martes, 20 de julio de 2010
Suele dolerme que desaparescas, sobre todo más si antes de que lo hagas no escucho un motivo que lo justifique todo. Siento como luego de días, semanas o meses de tu ausencia, todo comienza a reducirse a algo trivial, vano. Nunca me sentí así, es importante que lo tengas presente. Todo se torna un sin sentido; y cuando me veo haciendo cosas que suenan productivas y que a ojos de cualquiera parecen divertidas, me azota la idiotez y termino tirandolo todo por la borda. Temo seriamente cuando hago esas cosas quedarme aún más sola y terminar por divorciarme hasta de mi misma. Y no es que te sienta necesario a toda hora, es sólo que cuando me percato de que el vaso parece estar lleno, de un segundo a otro, comprendo que sin vos, hablando enserio, el vaso, realmente está totalmente vacío.