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jueves, 16 de diciembre de 2010

+ Por muchas noches en blanco que una dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad, es que encontrará pocas soluciones. Podrá parchear tal o cual relación, pero al final volverá a pasar lo de siempre que en un momento dado saltará en pedazos como tantas otras veces, porque uno es como es y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi un combate perdido de antemano. Así que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fechas de caducidad como los yogures, así sabríamos de antemano cual es la fecha del final y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas, ni discusiones, nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo. Aunque si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad es que nos permite seguir soñando con que, esta vez sí, ese yogur pueda conservarse para siempre.~
Vivo preguntandome de que me servirá quererte, recordarte y volver a intentar olvidarte si a fin de cuentas, vos no te enteras de nada. No sirve que me pase fastidiando el minuto en que te animaste a dejarme, pero lo que es verdad es que no deja de dolerme la herida que dejaste. Debo lamer esa herida y recordarte aunque no quiera. Me has dejado lamentando una historia que debería haberse muerto antes de comenzar. Mi error fue querer darle vida a la muerte, otorgarle color y hacer de ella mi tierno refugio. Me quedo a veces, con el celular cerca, esperando quizás una llamada, escuchar tu voz desearme las buenas noches o un te quiero que me aleje de esta agonía, sentirte aunque sea a la distancia, esta distancia que dictaste como muro impenetrable. Como se que esa llamada nunca llegara te escribo, para tranquilizar la espera, para sedar a mi corazón. Suelo en las noches volverte a ver, como un deja vu. Mamá dice que soñamos aquello que más deseamos. Ella nunca me dijo que aquellos sueños llegasen a cumplirse. Me insentivaron a soñar con algo que al tacto se desvanece como el polvo. Veo ahora la mentira encuvierta en aquella frase. El sueño está, pero es sólo eso, un sueño. Que amarga noticia me he llevado al descubrir que he sido ilusa al creer en tus palabras, como las niñas al creer en que existen los finales felices, principes y princesas, carruajes y castillos. Donde antes estabamos nosotros, ahora sólo hay escombros. Un día me dijiste que no me olvide de que nunca vas a olvidarme. Creo que fue y es imposible recordar ese pequeño detalle sabiendo que te fuiste, queriendo hacerlo, queriendo dejarme, queriendo ydeseando con toda tu alma no quererme más. Debo haber inventado todo, es decir, parece imposible creer que confie ciertamente en alguien. No soy de confiar. Creo que si tenía esperanzas, las he perdido. Quizás, sea una lunática, queriendo el recuerdo de alguien que se dio el lujo de esconderse como los lobos de la luna. Aullando dolor, te escucho, yo te escucho. Estoy intentando lidear con la idea de que se terminó lo que nunca empezó, necesitaba aferrarme a algo y cuando sujeté tu mano, me arrojaste al abismo. Podría odiarte, podría hacerlo pero algo no me lo permite. Debe ser que cuando uno quiere de verdad a alguien, de verdad, luego del punto final, le siguen los suspensivos que no dejan que el dolor y la desilusión corrompan con la imágen, el cariño y el espectro, el recuerdo de quien algún día nos dio lo mejor.