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domingo, 7 de noviembre de 2010


Estabamos frente a frente sonriendo, el reloj habiadetenido sus manecillas y el aire ya no corria. Teniasmil sentimientos tatuados en el pecho y tu memoria solo reproducia momentos que contigo siempre quise vivir.Estuviste en mis sueños otra vez. Fue otra ilusion nocturna y otra vision al amanecer.


Me acosté pensando cómo habíamos llegado hasta aquí, entonces recordé las vueltas que da la vida.
Suelo acostumbrarme a estar sola, sí, es más, a veces creo que no está tan mal… No esta tan mal hasta que recuerdo el dolor de las astillitas que se clavan de vez en cuando en la piel, doliéndome hasta los sueños. Y no está bien, no esta bien ser una crítica de tu propia vida, sobre todo cuando le lloras al otoño deseando que sus hojas no se las lleve el viento, y sin embargo, deseas con todas tus fuerzas que llegue la primavera. Lo pienso y me río, no de felicidad, sino de lo absurdo que me parece llevar una vida contradictoria con alegrías que van y vienen al ritmo que les da la gana. Ya no sé ni siquiera si escribo para sentirme bien, o para tratar de reconocerme a mí misma.

Seguro que nunca has llorado al sentir un escalofrío de tu corazón, pero yo sí, porque hoy las verdades me saltan en la cara, verdades como que QUERERTE es lo mejor que me ha pasado en la vida. Te lo juro, que tus ojos me arrancan el alma, los suspiros y todo lo que quieran llevarse contigo, que me tienes como un pez en el agua, libre. Libre contigo y libre feliz. Y quizás sí, me siento más transparente que nunca, ¿o es que acaso no lo ves? Sentimientos a flor de piel, así soy y así seré. Porque por ti las ganas me pueden, me olvidé de las dudas de stop en los caminos y de los tequieros viejos que suplicaban a gritos un abrazo de sinceridad. Me abriste las puertas con una mirada, me hartaste de amor hasta el punto de volverme loca por tus huesos, joder, que me has inflamado las venas de todas esas cosas que no se cogen ni se huelen, sólo se sienten porque están dentro de ti. Y no puedo quejarme ni tan solo un poquito porque estoy viviendo mis propios sueños, que esto no me ha pasado en la vida, y te lo puedo asegurar. Nunca me planteé quererte más allá de los límites que yo misma me puse, y ahora… Mírame, soy un alma desnuda llena de cordeles rojos intentando coserse hasta el más mínimo hueco que pueda quedar entre tu piel y la mía. Que te quiero, y lo sé porque a menudo me despierto con ansias de querer tenerte para siempre.

Te siento respirar detrás de mi, como una sombra, como un fantasma y cuando miro nunca estas allí. Solo te siento respirar detrás de mi.
Hoy la vida me parece tan absurda si en las calles tu sonrisa ya no encuentro. Y la historia de este mundo es un desierto si en la historia de mi vida no te tengo.
No digas nada por que tengo miedo, que no sea todo lo que espero. Déjame que sueñe que dices te quiero. No digas nada porque tengo miedo. No digas nada no quiero que sepas todo lo que siento cuando tu estas cerca.
Calla no me vuelvas a decir te quiero ... No me digas nada porque tengo miedo.

Hago de cuenta que nada sucede pero la verdad es que, estoy hecha mierda y no lo digo para presumir, lo estoy. Creo si algo quiero es salir, emborracharme y no saber nada de mi vida. Quisiera dejar de respirar. Quisiera que alguien se quedase, que dejen de irse. Es desesperante ver como la gente me usa y no puedo detenerlos. Es desesperante verme, desde afuera, muriendo de dolor. Me siento tan sola que sólo puedo pensar en cosas malas, en hacerme daño, en vomitar o dejar de comer. Me acompaño de más vacíos y siento volver, esas ideas suicidas (para muchos locas) que por lo menos me daban un motivo. Por lo menos, la idea me acompañaba. Voy a desaparecer, y no por la anorexia y la bulimia, voy a desaparecer porque la gente vive mientras que yo muero en vida. Ellos siguen y yo me quedo atrás, tan atrás que me da vértigo y caigo, siento que caigo y nadie me ve. Les resulta tan natural dar por hecho que dejando de comer o comiendo, algo malo haré y en vez de intentar salvarme, o de encontrar algo en mí, se van. No quiero ser la victimaria ni la víctima, pero es imposible pedir amor donde no queda nada. Ya les da igual. Y si a mi también me da igual ¿que mierda hago esperando?. Es tiempo de terminar. Es tiempo de despedidas.

De nada valdría confesarte que te extraño y que sin vos, mil cosas han comenzado a perder el poco sentido que ya poseían. El mundo que tenía pensado compratir con alguien, con vos, se desmoronó. Bastó con que me dejaras para que aquel fuerte castillo se viniera abajo junto conmigo. No se que hice mal, intento no preguntarmelo aunque siempre termino haciendolo. Tus excusas apenas pueden llenar ese vacío que dejaste en mí. Un hueco donde caben todos mis sentimientos, los tuyos y todo aquello que creía, habíamos compartido.