Seguidores

viernes, 29 de octubre de 2010


El agua vuelve a su cauce, o eso dicen, ahora que parecen que las cosas vuelven a marchar a pesar de que hay algunos perdidos de la vida que no se enteran de alguna cosilla o no quieren enterarse, no voy a darme por vencida, no hay mal que por bien no venga, ¿no? Así que ahora toca recuperar el tiempo perdido contigo, y guardarmelo para mí y para los que me quieren, porque ahora es cuando me doy cuenta de mil cosas, y tengo que agradecer, sobretodo a ti señor Juan, que me estés ayudando tanto sin pedirme nada a cambio, así que ya sabes, ¡el domingo nos vemos!

"[...] Cuando eramos más chicos, mi padre solía comentarnos las cosas que le ocurríann en el hospital y todos opinábamos. Poco a poco él se fue percatando de que sus asuntos ya no nos interesaban y dejó de platicar. Todo se combinaba en esa repentina tribulación: la comprensión de lo que seguramente estaba sufriendo mi hermano prófugo, la reflexión de lo mucho que mis padres debían quererme y el severo autojuicio de ser un vástago asaz ingrato.
-A ellos les fue mucho peor en su infancia -continuó el licenciado. ahora con el tono sereno y consolador que le caracterizaba. Tú conoces su historia. Tus padres arrastran frustraciones y complejos que les fueron inculcados en lo más profundo de su ser hace muchos años. Neurosis inconscientes qye les impiden actuar como a ti te gustaría, pero se han superado mucho, tú lo sabes. No los condenes por lo que no han logrado hacer. No los juzgues, ¡ámalos! ¡Así como son! Aprende a acercarte a ellos, hazlos partícipes de tu vida, cuéntales tus cosas y enséñales a escucharte, y si lo hacen mal perdónalos. No intentes expiarlos. Tus padres pagarán sus errores porque la vida no perdona los errores de nadie; pero evita convertirte en el verdugo ejecutor, puesto que tú, como hijo, también pagarás, y muy caro, los errores que cometas con ellos..."

[ Entregué mi corazón escrito en una canción y me dijiste "no es el momento". El sueño no se cumplió pero tampoco acabo, dejemos que lo decida el tiempo. No quise decir adiós, quise seguir junto a ti aunque no es fácil guardar silencio. Por eso no me aleje, a tu lado me quedé y ahora debo pagar el precio. De verte y no poder sentir tus labios y poder tocar tu piel.
Si solo somos amigos, acepto mi destino pues no puedo vivir sin ti. Voy a seguir a tu lado siempre iré con cuidado hasta que sientas algo por mi. Seguiré en tu camino, contigo y el tiempo dirá si seremos solo amigos.
Tus ojos dicen que sí pero tus labios que no, no me pidas que lo entendienda. Que estás muy bien como estás, que luego me llamarás, la inspiración me cierra la puerta. Que entre canción y canción rompieron su corazón, parece que el amor no es perfecto. Tu no te olvidas de mí, yo no me olvido de ti, cambiemos el final de este cuento. ]

Luego de mi rutina diaria, salí a correr. Un típico día nublado en el que el calor puede más que las ganas de ver aquellas nubes llover. Salí, no creí que la lluvia fuese un impedimento o una razón para no hacerlo. La verdad es que me encanta la forma en que las cosas se pueden desmoronar bajo los pies, correr rápido o lento dependiendo de cuan enojado estés con la vida y el mundo que parece remar en sentido contrario al tuyo. Más o menos, tardo una hora y media, suelo camniar por el mismo camino, de la misma forma solo que esta vez, cuando estaba finalizando el recorrido, las gotas de agua se precipitaron lentamente sobre mi cara. Paré el ritmo, miré al cielo y comprendí que en unos minutos el tiempo empeoró. No tenía ganas todavía de volver. En casa me aguardaba el estudio, asique decidí detenerme. Me senté en el cordón de la calle, donde comienza la banquina. El asfalto estaba estático aunque mis latidos se iban acomodando a la tranquilidad y a la vista de mi ciudad a lo lejos. Siempre me gustaron los lugares panorámicos, donde uno puede ver las cosas claras, fuera de sí. Escuchaba música, mi música o mejor dicho, las letras de las canciones que me gustan que hablan mucho de mí, de mis estados anímicos. El viento me azotaba la cara junto con las pequeñas gotas de agua desmoronandose en mis mejillas rojas, desvaneciendose en el choque con el asfalto todavía caliente. Recogí una piedra y me puse a dibujar. Como una nena jugando a la rayuela, escribí mi inicial. Y me sentí sola y fría, asíque agregué la tuya y sonreí, con ese matiz de poco convencimiento, con esa mirada herida, con ese corazón partido en el trazo que dejaba marcando el lugar que seguís y seguirás ocupando en mí. Me recordé todas aquellas promesas que terminaron en mentiras, en lo más profundo de mi cuerpo latentes, sin todavía tocar fondo. Miré otra vez hacia arriba, esperando que quizás con la lluvia el dolor cesara o algo lo reemplazara. Nada lo hizo y a veces creo, que nada lo hará. Si dejara de sentir este dolor, sería porque te he dejado atrás y no lo he hecho. Coloqué un corazón, para finalizar mi dibujo maestro y sentí que aún así seguiré incompleta, fingiendo que sigo viva en tu vida. Me apagué, con el agua de esa lluvía se extinguió la luz que algún día brilló en mí. Pasados unos treinta minutos, acaricié el dibujo como dejandolo ir, me levanté de donde estaba y mirando hacia atrás de vez en cuando, caminé. Intenté mantener la postura, porque generalmente eso hago. Cuando estaba a unas pocas cuadras de casa, se me humedecieron los ojos de dolor, de olvido, de uno que nunca sentí pero que todos se permitieron sentir conmigo. Me cayó una lágrima y la sequé, barrí con ella y de paso, con lo poco sentimental que quedaba de mi antiguo yo.

martes, 26 de octubre de 2010


Ya perdone errores imperdonables. Intente sustituir personas insustituibles y olvidar personas inolvidables. Ya hice cosas por impulso. Ya me decepcione de personas que pense que nunca me decepcionarian, pero también yo decepcione a algunas. A veces abrace para proteger. Rei cuando no podia. Ya hice amigos que creo que son eternos. Ya ame y fui amada, pero también fui rechazada. Ya ame y no supe amar. Ya grite y salte de felicidad. Ya vivi de amor e hice juramentos eternos. Pero falle muchas veces. Ya llore oyendo música y viendo fotos. Ya llame solo para escuchar una voz y me apasione con una sonrisa. Ya pense que moriria por tanta tristeza. Tuve miedo de perder a alguien especial, y termine perdiendolo, pero sobrevivi. Y todavia vivo; llena de errores y defectos.Y a quien no le guste, que se de la vuelta, Y NO MIRE.

El título de amigo es un título que cuesta mucho conseguir. Y no solo conseguir, también hay que mantenerlo. Creo haber otorgado, en mi vida, títulos de sobra... porque a la hora de la verdad esas personas nunca están ahí, siempre fallan, siempre son excusas y mentiras. Falsedad. Estoy harta de las personas falsas... pero hartísima. Con dos dedos soy capaz de contar a mis amigos.
Muchas gracias a aquellos que creía que eran mis amigos. Decepción tras decepción. Eso sí, nunca me hubiera esperado esto. En fin... buena suerte y hasta luego.

No sé como decirle que realmente no quiero que me acompañe al aeropuerto. No es que no quiera verlo, pero creo que es la peor de las torturas. El que me quede una hora para tomar el vuelo y saber que estoy enfrente de él por última vez (o al menos, por última evz hasta mucho tiempo). Supongo que terminaré cayándome y fingiendo que sí quiero que venga, retendré las lágrimas en el aeropuerto (seguramente sin éxito) y haré como si no fuera una despedida defenitiva. Te quiero. Aun no me puedo imaginar lo que va a ser darte un último beso, un último abrazo, girar la espalda y no volver a verte más
Y si me preguntas si he pensado en ti durante este tiempo... y si me preguntas si no he tenido ganas de llamarte... y si no he deseado escaparme y verme contigo...
Si me lo preguntas tengo que contestarte que , que no ha pasado ni un día sin recordarte, que siempre marcaba tu número pero terminaba colgando el télefono antes que diera tono, que he estado a punto de renunciar todo por el simple hecho de ver tus ojos
foto de looveme_forme en 16/09/10

Lloraba del dolor, lloraba porque quería explicarle a mamá que mis heridas no eran tan sólo físicas. Mi sufrimiento se remitía a mi alma, a mi corazón que en busca de un poco de consuelo enfermaron entre ambas a mi cuerpo volviéndolo una ruleta rusa dependiente de mi estado de ánimo. Me preguntaban que me sucedía, si era alguna comida que me había caído mal, si de hecho había comido algo. Pero no contesté, lloré, en el hombro de mamá, lloré en el regazo de mi cama, en mi almohada, en el baño mientras vomitaba por inercia todo mi mal estar, toda aquella sangre que salía de mis heridas abiertas, de aquellas cicatrices que nunca sanaron, que nunca desaparecieron. Sublime, débil, callada y dolorida, apretándome el estómago, llorando a aquel demonio que sujetaba mi vida de un minusculo hilo, esperando que mi silencio pudiera ser comprendido por alguien o sofocado por el abrazo de quien nunca estuvo y se fue. Desde la tarde experimenté la fiebre, los mareos, el dolor de cabeza, el mal estomacal, las nauseas pero hice mi rutina como siempre porque no se me da la costumbre de irrumpir en la vida feliz de los ajenos. Llegó la noche, y el dolor se sentía agudo en mi cuerpo. Me examinó un médico, me inyectaron algún que otro remedio para que pudiese dormir bien, tranquila, sumisa. No funcionó, dormí gritando en mis pesadillas, soñando aquel día en que me quitaron lo poco que quedaba de mí, lo poco que me hacía bien. No puedo comer, y si pudiera, no querría. Prefiero quedarme, en mi cama, junto con mi dolor y la soledad, junto con aquellas canciones que no dejan de hablar, junto con el susurro del recuerdo de tu voz y tu cuerpo, junto con los sueños que murieron en aquella llamada telefónica, ese día que me dijiste por última vez "te quiero" y todo lo demás se volvió silencio.


Escribo historias. Historias que querrían que me sucedan, historias imposibles y algunas otras que ya me sucedieron y que siguen abiertas como una herida que no para de sangrar, que no puede sanar. Heridas abiertas como un libro abierto, que no ha terminado de leerse en la noche. Escribo, palabras y palabras en busca de un poco de tranquilidad o quizás, de comodidad. Busco en el mar de las sílabas, las vocales, las frases o en fin, un texto en sí, esa sensación de que aquellas heridas abiertas pueden sanar, pueden coserse y cicatrizar con la misma facilidad con la que uno deletreo "dolor". Escribo historias, muchas de ellas. Escribo mi vida para poder entenderla porque no encuentro salida en este laberinto, entre los callejones de la ciudad, entre aquellos seres humanos que dicen quererme y al año de conocerme, se largan lejos de donde sea que me encuentre. Lejos. Así me siento cuando escribo, lejos. Lejos del dolor por más de que escriba sobre sufrimiento, lejos del desamor cuando escribo que la gente a la que solía querer ya no me quiere, lejos de todo cuando escribo sobre mí. Soy un títere, dependo de muchas cosas. Soy vengativa con aquellos que me proclaman guerra y considerada con quienes es debido. Soy como el viento, cambio de direcciones todos los días a toda hora. Nadie sabe realmente como funciono, ninguna máquina me descifra, ninguna mente me entiende, ningún ser humano me ama. Entonces, me escribo. Me describo entre líneas, me doy a conocer siendo anónima. Escribo historias, dicen que lo hago bien. Pero se que en fondo, ellos no saben lo que duele. Ellos solo me leen. Me leen porque encuentran algo humano en mí. El dolor es humano. Si las cosas no doliesen, no podríamos distinguir entre lo bueno y lo malo, entre lo correcto y lo incorrecto. Escribo porque desquito mi dolor de esta forma. Porque aunque las palabras no alcancen para explicar y definir ciertas sensaciones o situaciones, por lo menos se acercan a lo real, a lo que realmente es. Tengo claro que el llanto es la única expresión de aquellas palabras que no pueden decirse, de aquellas que todavía nadie descubrió, las que la Real Academia Española por el momento no consideró. Escribo, historias, de gente sin nombre, de sentimientos que no pueden escribirse, de vidas que no son, de amores imposibles, de mí.

Recuerdo haberte tenido. Si, estoy segura de que te tuve. De una u otra forma, lo hice. Quisiera o no, nadie le habló de la forma en que vos le hablaste a mi alma. No se cuando te despediste de mí, creo que me perdí ese gran festín, quizás, nunca notaste que apenas lo vi en tu mirada, llore el adiós que nunca salió de tus labios. Me escondí donde no podes verme, donde tus palabras no me tocan, donde no hay despedidas ni principio y fin. No me agrada lo eterno, no, me agrada la idea de haberte tenido, un tiempo, sólo para mí, pendiente, feliz de tenerme, de estar donde estabas, de no estar en otro lugar. No me serviría de nada que estuvieses acompañandome, en el camino, a cada paso si no quisieras hacerlo, no le gustaría a ninguno de los dos vivir con el remordimiento de que hicimos de la verdad, una mentira piadosa más. No puedo negarlo, deseo a diario que el sueño que te involucra al menos dure un poco más, hubiese querido que durara más. Pero está bien. Retenerte sólo hace que esta herida duela más. Porque podría apostar a que, ya no me extrañas, ya no me necesitas y tu vida, simula estar mucho mejor sin mí. No hace falta que lo digas, a veces los hechos hablan por si solos. No me duele que sigas adelante, me duele sentir como me olvidas y junto con mi recuerdo, en tu corazón, me voy desvaneciendo. Deshaciendo. Hasta ser un pedazo de nada.

miércoles, 20 de octubre de 2010


¡Qué fácil era todo cuando sólo éramos unos críos jugando con nuestros amigos en el patio del colegio! Me gustaría volver a sentir esa sensación de libertad, esa por la cual hemos pasado todos y seguro que a muchos les gustaría revivir. Cuando corríamos como locos unos tras otros jugando al “pilla pilla” o al escondite; o cuando íbamos corriendo hacia la pared y decíamos: “¡por mí y por todos mi compañeros!” Cuando todo era por un simple lugar en el cajón de arena donde poder jugar tranquilos con quien nos diera la gana. Aquello si que era vida... Y cuando nos manchábamos toda la ropa nueva, y llegábamos a casa más contentos que nunca porque habíamos hecho lo que mas queríamos en ese instante, y nuestras madres nos echaban el puro por haberlo echo; pero a nosotros todo eso no nos importaba, ¿por qué? Porque entonces solo llorábamos cinco minutos para desahogarnos, y enseguida seguíamos a otra cosa (aunque para entonces esos pequeños problemas para nosotros eran muy grandes).
¿Y ahora qué? Todo aquello para nosotros queda atrás, nos olvidamos de esa etapa de nuestras vidas que tan felices vivimos todos. Nos centramos en nuestros problemas día a día sin importarnos cualquier otros (aunque realmente pienso que no debería ser así).
En fin, vive cada instante como si fuera el último, aunque sin olvidar todo por lo que has pasado hasta ahora.

El desbalance mental es tan aceptable como el herpes. Nunca va a ser aceptado. Pero es una enfermedad tal como el cancér. Solamente pasa y se come todos los recuerdos felices de tu memoria, te prohibe la percepción de la felicidad y de la vida. Y también podes morir de depresión como en cualquier otra enfermedad. Entonces por que todavía esta el chiste de la medicina. Por que socialmente es más correcto decir 'murió por cancér' que 'murió por haber cometido suicidio'?

La unica cosa que no quiero escuchar o leer nunca en mi vida es un "Te quiero" por obligación. De esos que se ven forzados a corresponder, de los que a veces decimos aunque no lo sentimos, pero todo sea por hacer sentir bien a los demas.
Nunca en mi vida quiero toparme con eso, no quiero decir
Te quiero y que la respuesta sea respondida de la misma manera solo para quedar bien.
Si no lo sienten en ese momento, no les nace, mejor tragense sus palabras. Porque juro, yo hago lo mismo, si digo algo asi es porque lo quiero expresar en ese momento, si alguien me lo dice y no puedo corresponder, simplemente no digo nada.


Me cuidabas del dolor, del frío que mi cuerpo experimentaba antes de conocerte, del llanto improvisando en las noches, del vacío los domingos y la ansiedad de lunes a viernes. Abriste tu alma, me mostraste tu verdadero yo, me dejaste atravesar ese muro al que a todos les prohibias traspasar. Me diste todo el cariño que nunca nadie me dio en mis 17 años de vida, te llevaste bien lejos los problemas y me acorralaste entre palabras que de a poco me hicieron sentir como en casa. Te adueñaste de mi cuerpo y alma y hiciste tuya la importancia de mi vida, de mis suspiros y respiración. Me mantuviste viva, recordandome aquellas pequeñas cosas que uno suele olvidar. Recé, una y otra vez, me rogué a mi misma, que nada ni nadie te alejase de mi. Nunca nos preguntan que queremos, donde quermos ir o por qué estamos donde se supone que deberíamos estar. Las cosas de la vida, los planteos sin piel, las situaciones (una tras otra) me dejó fuera de ese reino que compartiste conmigo un día. Nadie me preguntó, a nadie le importo que el mundo dejase de girar para mí cuando lo comprendí. Tuve que cambiar mi visión, mi perpectiva efectivamente era errada. Había entendido que, algunas cosas en la vida no se acababan y es probable que sea así...lo se, pero esas cosas no son más que lazos, recuerdos, memorias de un presente perdido, extraviado donde no puedo verte, ni sentirte. Ahora entiendo que, voy a quererte siempre por las cosas, la infinidad de cosas que encontraste en mi. Las facetas, los secretos, mis múltiples personajes, las mentiras con todos y con vos, nada más que la verdad. Cuando pienso en vos, sonrío. Porque puedo vivir tranquila sabiendo que estas bien, que vivis, que estas al menos en algún lugar, en las manos de alguien que pueda quererte como mereces, esforzandote por no perder la vivacidad, por no olvidarte de que en la vida se vive hoy más allá de todo lo demás. Sonrío y lloro porque se que perdiendome encontraste algo mejor.

No me vengas con eso de que lo sentís, se que no es así. Si sientieras haberme lastimado así, probablemente lo hubieras evitado, probablemente me hubieras cuidado y no te hubieras alejado. No me vengas con mentiras, ya tengo muchas adjutadas en tu papelero y no estoy dispuesta a caer en nuevas trampas o formar parte de nuevos engaños. Si vas a decir algo, decí algo que valga la pena escuchar. Palabras que me devuelvan un poco de lo que fue, palabras del alma, que salgan de tu boca no porque te pido que las digas, sino porque queres y estas dispuesto a decirlas. No voy a rogarte, no voy a pedirte clemencia, no voy a esperarte ni mucho menos reprocharte. Hoy por hoy, siento que me privaste de tu vida. Creaste un muro para protegerte o para ocultar tus cicatrices, ese dolor tan o incluso más sufrido que el mío. Me dejaste fuera de las cuatro paredes que te encierran y quedé tan sola, angustiada, despojada, olvidada. Al finalizar el día, cuando la noche cae y no quedan excusas ni rutinas que me salven, te veo, en el espejo azul del baño como un reflejo de mi alma, como un grito de auxilio que asfixiaste, como tu abrazo quitandome el aire, como tu mano diciendome adiós.

Detrás de él caían las minitas, esperando que el les diera al menos una oportunidad de decir algo, de halagarlo, de apreciarlo con la mirada y retenerlo, por unos momentos, para no dejar que se vaya. Entre brazos de miles ha estado, ha cruzado los límites de la edad y ha superado lo insuperable. Descubrió lo popular que uno puede ser teniendo una cara bonita o un cuerpo que hable más que la boca. Se ha dejado llevar por los impulsos del alcohol y el descontrol, en compañía de sus supuestos amigos, ha llegado a tocar el cielo y caer directo en la boca del infierno. El no sabía que la libertad no estaba en aquellas cosas estúpidas y momentaneas, en aquellas que se olvidan con facilidad para que no puedan ser recordadas. Le enseñaron que el amor era un sentimiento frío y distante que sólo podía lastimar y corromper el alma. Se alejó de las emociones y aquellas cosas que podían introducirlo en un mundo desconocido, lleno de sensaciones y adversidades que según la historia que el contaba, eran demasiado dolorosas para ser realidad. Prefirió un whisky on the rocks, un bar atascado de gente, faldas cortas bailando la danza de la seducción, entes por doquier, dejando que las luces lo llevasen a un mundo en donde el llanto y el afecto fueran parte de él, donde el amor llenase ese vacío que no le permitía sentir. Jugó a no ser parte de su vida y destrozar el corazón de unas tantas muchachas que se atrevieron a bailar el tango prohibido proveniente de su dulce perfume. Hizo creer a todos sus conocidos que su vida era perfecta como era y que lo material alcanzaba y sobraba. Supuso que el tiempo le daría la razón, que la ley del más fuerte sería leyenda con el. Vivió creyendo que algún día se casaría, se divorciaría y terminaría como los cuarentones de la actualidad. Lo creyó. Sus ojos verdes, lo sacaron de órbita, su día terminó en noche y su frío en un calor intenso recorriendole las venas, palpitando como loco en su corazón. Su forma de ser, le señaló a lo lejos el camino que debía recorrer y sin preguntas, se dirigió hacia ella, le preguntó su nombre y una nueva historia comenzó. Una historia que rompía todo estilo de reglas, suposiciones o de tiempos esperados. Impredeciblemente perfecto. Su cuerpo estaba hecho para él, su alma, encajaba con la suya como un rompecabezas. Su sonrisa, era la de un ángel que custiodaba las noches, en sus sueños, mientras dormía, él la veía. Murió, mirando sus ojos, sosteniendo su mano, sintiendo como la vida se le iba cada vez que la amaba más que el día anterior.

Son excusas las que usas cuando me hablas, palabras, que no dicen más que mentiras. La verdad es lo único que puedo escuchar cada vez que mentis. No se si será tu mirada, tu forma de actuar o de tratarme la que me hace saber que aunque digas que todo va bien, hay cosas que no van a cambiar. Antes podía sentir una mera alusión de lo que sentías, ahora, sólo queda frío a mi alrededor. Dolor, nostalgia y mucha tristeza que aunque nadie ve, está. Y el silencio parece ser lo único que nos devolvimos sin problemas, silencio sumiso, silencio complejo, silencio en fin. Aún cuando creo estar sentada, con mis amigas, en algún boliche, con algún otro chico, sigo pensando que hubiera sido de nosotros si fueramos "para siempre" como muchas veces dijiste. Pero, se que ya no queda nada y que, aunque me duela como nada en este maldito mundo, tengo que asumir que ya no vas a volver a mi...nunca más.

sábado, 16 de octubre de 2010


Querido Amigo :
a mi también me gustaría pasar página ,olvidarte de una vez,y evitar esta mescla de sentimientos que me hechan hacia atrás y no me dejan seguir adelante.Tu comportamiento es dificil de explicar, no puedo ver a traves de ti,ya no sé lo que sientes hacia mi ,por que me miras asi cada vez que estoy ,dices mas con la mirada ,mas que cuando hablas y dices algo que no es realmente del todo cierto o del todo posible ,no sé que creer, ni que pensar,me tomas y me dejas a un lado..
como he de entender eso?
debiste decirme que no en su momento ,no tenias que haberme dicho todas esas cosas tan significativas para lluego irte sin mas..
solo quiero que vuelvas sin pedir perdon o sin decirme nada.

Hoy más que nunca siento como todo mi mundo se desmonora frente a mis ojos, como la opción de ‘ser feliz’ se escapa de mis manos y todo se vuelve gris. Días como este son los que me gustaría no existir, desaparecer sin dejar rastro alguno. Pero hay un motivo por el cual aún no he decidido acabar con todo, es tan poderoso que cuando lo veo pierdo el control de las cosas, mas siempre aparece para restaurar el orden a mi vida. Aquel motivo tan importante lleva tu nombre, aquel sustantivo de ocho letras que de solo escucharlo hace que mi cuerpo tiemble, pero no de miedo, si no de ansias de verte, de escucharte, de sentirte. Y es que logras influir en mí más que cualquier otra persona, llegaste tan dentro de mi corazón que sacarte de allí es mucho más difícil que dejar de respirar. Tú me enseñaste lo más importante de la vida, eso que jamás se debe olvidar y aunque suene obvio, no lo recordamos. Me enseñaste a vivir, a vivir como si no hubiese un mañana, a aprovechar cada segundo que Dios nos da de vida; porque cada momento es importante, sin importar lo mínimo que nos parezca es algo preciado que jamás volveremos a tener, y claro, quién mejor que tú para enseñarme esta lección de vida. ¿Te das cuenta que cada palabra de aliento que me das es el regalo más hermoso que me podrías algún día entregar? Porque aunque no lo creas, esas palabras son mucho más importantes para mí que un simple regalo material, prefiero tener una palabra tuya antes que un regalo de tu parte. Y sí, me enamoré de ti perdidamente, sin miedo de aceptarlo o de gritarlo frente a miles de personas, porque creo y sé que la mejor elección que he hecho en mi vida es entregártela en tus manos. Sé que nadie sabrá cuidarla mejor, nadie comprenderá el verdadero valor de todo esto, nadie le dará la importancia necesaria,nadie más que tú.

Tuve ganas de llorar cuando colgué. Tuve ganas de llorar mientras salía de mi casa, cuando llegaba a mi casa. Tuve ganas de llorar cuando encendía el móvil para comprobar si tenía mensajes. Tuve ganas de llorar cuando dejé de encender el móvil para comprobar si tenía mensajes. Tuve ganas de llorar cuando comprendí que seguía enamorada de él. Tuve ganas de llorar, todos los días, un día tras otro, todas las noches, una noche tras otra.
Y sí, por desgracia, yo elegí quererte, y todas las consecuencias que eso conllevaba.
Y a día de hoy, sigo haciendo lo mismo.

Desde que te fuiste no ha parado de llover, mis noches se volvieron frías por que no recibo tus caricias, mis sueños han quedado vaciós, no hay nadie que los protagonize, y una sola canción quedo en replay. Vuelve por sin tí no es lo mismo, por que sin tí yo no soy la misma.

No me hables de caretas, no me hables de mascaras imaginarias, no me hables de dolor, no me hables de desilución, no me hables de traición. Por que sé lo que es, sé que se siente y yo no te inflingí nada de eso en ningun momento, deberías aprender a escuchar las dos verdades, las dos historias. Deberías aprender a escuchar mi historia, a abrir tu mente y no ser tan espontanea, por que eso, eso no te llevará a ningun lado nunca.

Te fuiste sin dar una explicación, almenos una explicación lógica, te fuiste sin piedad, sin mirarme al a cara por última vez después de haberme dicho que estarías siempre conmigo. Al irte te lo llevaste todo contigo, mi sonrisa, mi felicidad, mi musa, mi inspiración, mi vida... que eras tú. Ahora no dejo de pensar en ti, de soñar contigo. Y estoy cansada, por suerte cuento con gente que me ayuda a superarlo cada día un poco más. Ya no voy a pertenecer al club de las que les deja el novio y se quedan en casa llorando y pensando aunque todo me recuerde a ti, no señor, es más en mi habitación ya no queda nada tuyo o que me recuerde a ti, y dentro de poco no quedará nada de ti en mi corazón.

Ya me he cansado de esperar y de buscar. Las cosas vienen por sí solas sin necesidad de que vaya a buscar, pero es cierto que quien espera desespera, pero a veces por mucho que nos fastidie hemos de tener mucha paciencia y esperar lo bueno, porque lo bueno se hace esperar. Me he cansado de soñar contigo todas las noches, donde me dices que te arrepientes que me quieres y que ella no vale la pena, pero son sólo eso, sueños, y aunque me gustaria que pasase sólo por verte mal he de decirte que nunca volvería contigo, nunca. Quiero estabilidad.. pero no encuentro a nadie que me la de, me han fallado tanto y me he dado tantas hostias que ya tengo miedo de una simple caricia. Así que a partir de ahora me voy a ir de compras con mis amigas, me voy a pintar y voy a poner la mejor de mis sonrisas y que te den por el culo, a ti y al mundo.

Ya estoy cansada de todo, no sé en quién puedo confiar y en quién no, porque de cada 2 personas una te tiene la mano y la otra la tiende por interés. No sé lo que quiero hacer con mi vida.. estoy echa un lio por todo. Nada me sale bien, y si, ya sé que todos pasamos por épocas y que se sale.. pero estoy taaan harta de no salir nunca, que cuando me va un poco bien, me hago ilusiones y después todo a la mierrda! Es un querer y no poder...

Al crecer, los grandes problemas se quedan cada vez más chicos. Crecer espiritualmente significa ampliar su visión hacia un nuevo mundo. Antes desconocido, este nuevo mundo tiene nuevas reglas y nuevos paradigmas. Mientras más crezco dentro de mi ser, menos las cosas deben perturbarme. La vida me parecerá más agradable y el mundo, menos peligroso. Cuando ya estoy crecido, entonces puedo disfrutar de ayudar a los que están creciendo. En esta maravillosa carrera humana, los primeros ayudan a los siguientes a llegar a su meta final. Obviamente, es una carrera larga, pero al crecer en por lo menos un aspecto, ya me hago capaz de ayudar a los demás. Por lo menos en esto.

Siempre se dice que hay que aprovechar los buenos momentos porque no se sabenunca lo que puede pasar. No me suelo guiar por ello, de hecho no creo que a lo largo de mi vida lo haya cumplido. Espero aprenderlo a hacer a partir de ahora.

Me siento rota... ya no queda nada en mi interior que me de las fuerzas que necesito. No sé que es cierto, no sé en donde estoy, para donde voy... Te tengo a ti, pero sé que no será para siempre... te amo, pero todo esto me hizo demasiado daño. Perdona todos mis errores, me he equivocado, soy humana, lo siento. No puedo olvidar todo lo que sucedió, me cansé de ignorar lo que siento, ¿donde quedo yo? a nadie le importa lo que yo sienta.

Quiero llorar, me odio, con más intensidad cuando se que no sirve ni para mierda, que ya nadie me quiere, que ya nadie me necesita, que ya nada tiene sentido, que ya nada es como era, que ya nada volverá a serlo. Te extraño, me extraño, extraño en general y, a fin de cuentas, todo da igual. Dejaré de comer, siento que voy a morirme de angustia.

No puedo perderte, esque simplemente no puedo permitirme dejarte ir de mi vida así como así, como si no te quisiera, como si pudiese olvidarte, como si todo el alcohol del mundo pudiese sanar el dolor que podría causarme no tenerte en mi vida. A veces deseo poder recostarme a tu lado, mirarte, abrazarte, besarte cada día al despertar yvivir de tu amor como si fuese el elixir de mi existencia. Tus palabras, tu presencia y tu constante cariño, silencioso o sabido en los cuatro vientos, son las cosas que me hacen bien, que me hacen creer que si bien hay muchas cosas malas con las que convivir día a día, siempre estás vos, para hacer que el sol se asome entre la oscuridad. Para acogerme entre tus brazos y tu calidez, para hacerme sentir en casa por vez primera cada día que pasa. No hay nada que se compare con esta corazonada, que dicta y va dejando huellas que debo seguir, para llegar a vos. Muchas veces he esuchado decir que con perseverancia y convicción, todo se puede. Y si no existiesen los imposibles, si todo no fuese como simula ser, entonces nuestro amor no tendría otro límite más que la eternidad.

No me vengas con eso de que lo sentís, se que no es así. Si sientieras haberme lastimado así, probablemente lo hubieras evitado, probablemente me hubieras cuidado y no te hubieras alejado. No me vengas con mentiras, ya tengo muchas adjutadas en tu papelero y no estoy dispuesta a caer en nuevas trampas o formar parte de nuevos engaños. Si vas a decir algo, decí algo que valga la pena escuchar. Palabras que me devuelvan un poco de lo que fue, palabras del alma, que salgan de tu boca no porque te pido que las digas, sino porque queres y estas dispuesto a decirlas. No voy a rogarte, no voy a pedirte clemencia, no voy a esperarte ni mucho menos reprocharte. Hoy por hoy, siento que me privaste de tu vida. Creaste un muro para protegerte o para ocultar tus cicatrices, ese dolor tan o incluso más sufrido que el mío. Me dejaste fuera de las cuatro paredes que te encierran y quedé tan sola, angustiada, despojada, olvidada. Al finalizar el día, cuando la noche cae y no quedan excusas ni rutinas que me salven, te veo, en el espejo azul del baño como un reflejo de mi alma, como un grito de auxilio que asfixiaste, como tu abrazo quitandome el aire, como tu mano diciendome adiós.

Detrás de él caían las minitas, esperando que el les diera al menos una oportunidad de decir algo, de halagarlo, de apreciarlo con la mirada y retenerlo, por unos momentos, para no dejar que se vaya. Entre brazos de miles ha estado, ha cruzado los límites de la edad y ha superado lo insuperable. Descubrió lo popular que uno puede ser teniendo una cara bonita o un cuerpo que hable más que la boca. Se ha dejado llevar por los impulsos del alcohol y el descontrol, en compañía de sus supuestos amigos, ha llegado a tocar el cielo y caer directo en la boca del infierno. El no sabía que la libertad no estaba en aquellas cosas estúpidas y momentaneas, en aquellas que se olvidan con facilidad para que no puedan ser recordadas. Le enseñaron que el amor era un sentimiento frío y distante que sólo podía lastimar y corromper el alma. Se alejó de las emociones y aquellas cosas que podían introducirlo en un mundo desconocido, lleno de sensaciones y adversidades que según la historia que el contaba, eran demasiado dolorosas para ser realidad. Prefirió un whisky on the rocks, un bar atascado de gente, faldas cortas bailando la danza de la seducción, entes por doquier, dejando que las luces lo llevasen a un mundo en donde el llanto y el afecto fueran parte de él, donde el amor llenase ese vacío que no le permitía sentir. Jugó a no ser parte de su vida y destrozar el corazón de unas tantas muchachas que se atrevieron a bailar el tango prohibido proveniente de su dulce perfume. Hizo creer a todos sus conocidos que su vida era perfecta como era y que lo material alcanzaba y sobraba. Supuso que el tiempo le daría la razón, que la ley del más fuerte sería leyenda con el. Vivió creyendo que algún día se casaría, se divorciaría y terminaría como los cuarentones de la actualidad. Lo creyó. Sus ojos verdes, lo sacaron de órbita, su día terminó en noche y su frío en un calor intenso recorriendole las venas, palpitando como loco en su corazón. Su forma de ser, le señaló a lo lejos el camino que debía recorrer y sin preguntas, se dirigió hacia ella, le preguntó su nombre y una nueva historia comenzó. Una historia que rompía todo estilo de reglas, suposiciones o de tiempos esperados. Impredeciblemente perfecto. Su cuerpo estaba hecho para él, su alma, encajaba con la suya como un rompecabezas. Su sonrisa, era la de un ángel que custiodaba las noches, en sus sueños, mientras dormía, él la veía. Murió, mirando sus ojos, sosteniendo su mano, sintiendo como la vida se le iba cada vez que la amaba más que el día anterior.

miércoles, 13 de octubre de 2010


llorar & llorar solo me sirvio para darme cuenta de que es otra tipica excusa como para conseguir lo que quiero, siempre lo hago & me resulta..papa dijo que ya no soy una niña..que devo crecer & algunas cosas ya cambiaron, que el me ama pero que no es inmortal & sé que algo trato de decir porque me dijo que cuando ya no este mas...tendre que ser fuerte & que el sabe que lo amo & que esta orgulloso de mi, por ser quien soy. hace dias ya no lo veo, solo me di ceunta de esa cuerda que sigue colgada desde un arbol, en el patio trasero...

sábado, 9 de octubre de 2010


Gritar cuando no haya nadie, gritar cuando pase algún tren, gritar de felicidad cuando mi alegria desborde por todo mi cuerpo, gritar que necesito que pertenezcas a mi vida, gritar esa palabra fuerte y que ahora decir te amo es como decir, hola y adiós.

Era un mundo completamente diferente al cual me encuentro en este momento, un mundo sin fronteras, obstáculos, ni paredes, podría decir que era un mundo más simple, en el cual solo reíamos y disfrutábamos, pero la vida no se trata solo de eso, pero no negaré que no me gustó esa vivencia que tuve, recuerdo que jamás me encontré en un mal estado de ánimo, es que influían muchas cosas dentro de todo esto, todo iba más allá de la pura realidad. Extraño extrañar como antes aquellas risas, pero el tiempo pasa, pero eso no deja de decir que no permanezca en mi corazón o en mi alma entera, porque todo esto quedó como un maravilloso recuerdo.

La vida pierde su brillo si no luchas por ser algo o alguien, si no le das un sentido. Este tiempo he tirado por la borda todos los sueños que tenía, todas esas cosas que añoraba tener en algun futuro para nada lejano. Me dejé llevar por las palabras de"realismo", "familia", "compromiso", "decepcion", "seguridad" etc.. La gente aveces intenta advertirte sobre las futuras -desepciones- que trae la vida, pero el unico error es el pretender frenar a una persona, por miedo a que fracase como quizas lo estan ellos mismos. Mi semana estubo re mal, estaba deprimida, mal humorada, decaida y todo se volvía negativo! Ayer me decidí a seguir lo que siempre quise. No me pasare la vida escuchando frases cliche o arrepentimientos o comentarios sobre lo lindo que es soñar pero lo poco probable que es lograr! Mi vida era linda de esa forma! Soñando y haciendo de mi rutina la obra de teatro mas entretenida e idealizada que podria existir.Luchaba por conseguir lo que quería y ahora? Que me paso? Me dejé influenciar por personas que prefirieron seguir lo que les imponían los demas. No quiero terminar amargada. No quiero preguntarme y odiarme el dia de mañana por que no hice o no luche por lo que me quemaba dentro del pecho! Con esfuerzo se avanza y mucho. No tiraré mi felicidad por nada. Menos por el miedo a no lograr mis metas. Llamenme estupida o lo que quieran, pero así es como quiero mi vida. He logrado cosas inimaginables ¿porqué parar ahora?

jueves, 7 de octubre de 2010


"Hay veces que la vida exige un cambio. Una transición. Como las estaciones. Nuestra primavera fue maravillosa, pero el verano se ha terminado… y nos perdimos el otoño. Y ahora, de repente, hace frío, tanto frío que todo se está congelando. Nuestro amor se ha dormido y la nieve lo tomó por sorpresa. Y si te duermes en la nieve no sientes venir a la muerte. Cuídate."

Ella lo mira. Se limita a esbozar una sonrisa. Amarga. Distante. Quizá decepcionada. Así es. Hay instantes en que todo parece posible y todo puede cambiar. En que todo está al alcance de la mano. Fácil y bonito. Pero de repente llega la duda, el miedo a equivocarnos y a no haber entendido bien lo que el corazón siente de verdad. Y puf. Nada. Una promesa fallida.

A veces me pongo a pensar que mi vida no es nada, no hago nada por mi ni por mi futuro, no me muevo como otras personas lo hacen, buscando un fin, buscando cosas que me hagan bien. Siempre busco lo que me hace mal o lo que no me favorece en la vida. Me siento como que soy muy quedada en esas cosas, me falta motivación y lo peor de todo que veo esas personas y me pongo mal, mi autoestima baja de una manera increíble. ¿Porque muchos somos tan inquietos y otros (es mi caso) tan quietos?, inseguridad en mi misma, siento que voy a fracasar en todo lo que me proponga, el maldito y estúpido miedo a fracasar, como lo detesto. Pero se que con mis fuerzas, porque la tengo, pueda salir adelante con mis proyectos, mis planes, mi vida, no quiero tener toda la vida planeada pero eso si... poder disfrutar de mi misma, hacer lo que me gusta y que me importe un corno el miedo, la inseguridad y muchas cosas que se me pasan por la mente donde se forma una pared, un muro que no me deja avanzar. Necesito romperlo, se que lo lograré.

"Yo no pretendo inculcarte moral o religión. Mis opiniones tienen fundamentos puramente prácticos y científicos. Ahora entiende lo que voy a decirte. Tú puedes de un indecente si quieres, puedes ser un rebelde, un mujeriego, un truhán, un libertino, y como médico no te lo reprocharé. Yo solo reconvendré de inmediato la conducta de un paciente irracional que se haga daño a sí mismo -se puso de pie inclinándose hacia adelante para decirme cara a cara con voz firme-: Puedes permitirte ser un inmoral si así lo deseas, pero por ningún motivo puedes darte el lujo de ser un estúpido..."

"-Recomendarle a un muchacho que 'viva la vida' antes de casarse -remató al verme callado-, en el sentido de que se harte de placeres probando de todo, es tan absurdo como sugerirle a alguien que beba alcohol una y otra vez para que después del matrimonio ya no sienta la curiosidad de embriagarse."

"-¿Saber más? ¿No sabes lo suficiente? ¿Quieres aprender? ¿Aprender qué...? ¿A insensibilizarte? ¿A ver a tu pareja como un objeto didáctico? ¿A memorizar técnicas calculadas y frías...? ¡Para tener relaciones sexuales no se necesita saber,muchacho; se necesita sentir...! Así de simple."

¿Qué quiere decir amar incondicionalmente? Normalmente, el amor de hoy es un juego de dar y tomar. Yo doy tanto y tu me das tanto, así equilibramos nuestra relación. Sin embargo, el amor verdadero, que es una cualidad espiritual original del ser, es incondicional; es un dar constante. Es como una fuente de agua que mata la sed, aunque aquel que la utiliza no le de nada en cambio. Amar incondicionalmente significa amar sin esperar el retorno, sin tener expectativas sobre los demás y no querer controlarlos o dominarlos. Cuando hay amor incondicional, se respira una atmósfera de levedad y confianza mutua, sin tensiones o presiones. Y para hacer esto, hay que elevar la autoestima y sentir la propia elevación del ser.

Querría poder obligarme a aceptar que hay cosas que no vuelven, lo se, pero no alcanza con saberlo, necesito asumirlo y no puedo. Todo el tiempo, volves a mi cabeza porque cuando pienso en ti, no me siento tan sóla. Aún sabiendo que sos sólo el ayer, que cabalga cerca mío, controlando que no deje de pensarte, que no te olvide, que no deje de quererte como tal cobarde que siente algo por alguien pero no tiene lo que hay que tener para decirlo en voz alta. Se que estás ahí, escondido, esperando a que me de la vuelta para mirarme y corroborar que todo ande relativamente bien. Ya no tengo mucho tiempo para sentarme a reflexionar que voy a hacer de mí sin vos. No creo que cambien mucho las cosas, a lo sumo, mi rutina, se volverá más rutinaria que antes y dejaré de sentir ese calor en mi cuerpo cuando te siento aún cuando no estás cerca de mí.

Este dia sea lo que sea que estés haciendo, disfrútalo. ¿Quién dijo que el trabajo tiene que ser difícil y tedioso? Encuentra la manera de disfrutarlo, y serás infinitamente más efectivo. ¿Quién dijo que un día frío y lluvioso tiene que ser triste? Esa es sólo una opinión. Disfruta del viento helado en tu rostro. Disfruta la belleza de la lluvia, y la sensación de tristeza se transformará en una fuente de regocijo. Disfruta lo que haces. Disfruta del sitio en el que te encuentras. Disfruta de las personas con las que estás. Demasiada gente pone límites a su felicidad. “Si tan sólo consiguiese un nuevo trabajo”, dicen, “entonces sería feliz”. O "Si pudiese salir con ella", "Si tuviese una casa nueva”, "Si no hiciese tanto frío". Pero cuando pones condiciones para disfrutar del mundo, no eres verdaderamente libre, sino y en cambio, esclavo de esas condiciones. Si disfrutas de la vida, te sentirás mejor con ella. Es en las cosas que más disfrutas donde encontrarás verdadero éxito y calidad

La alegría verdadera hace nacer una sonrisa que jamás se borra. No es la alegría fruto de algun incidente o motivada por un chiste. Tampoco es la alegría que deriva de ver la tragedia de otro y reirse por no estar en su situación. La alegría verdadera es fruto de un sentimiento profundo que nace en el corazón, atraviesa el alma y alcanza el cerebro. Es lo que hace ver lo rosado de la vida y la belleza de la naturaleza. ¡Relájate y sienta esta experiencia en tu corazón!

Supón que te has comprado todo lo que había por comprar, ¿Y después qué? Una vez que hayas impresionado a todos lo que te rodean, ¿Qué queda para después? Una vez que hayas experimentado toda emoción posible, ¿Será suficiente? Si tu cuenta en el banco tuviese más dinero del que podrías gastar en mil vidas, ¿Qué te motivaría a seguir? Una vez que todas tus metas hayan sido alcanzadas y hasta superadas, ¿Qué será lo que te hará levantar en las mañanas? ¿Te gustaría tener que enfrentar ese tipo de desafíos? Sinceramente, ya son tuyos, ahora mismo. Aunque no seas un multimillonario y quizás nunca llegues a serlo, la riqueza de la vida está completamente a tu alcance en este mismísimo día. Esa riqueza se encuentra más allá de las preocupaciones superficiales que tanto dominan tus pensamientos. Esas superficialidades que crees que tanto te importan, finalmente te darás cuenta de que no te importan tanto. Y cuando eso suceda, tus ojos comenzarán a abrirse a las verdaderas riquezas de tu existencia. Piensa en lo que te importaría realmente, si todo lo que te importa ya fuese tuyo. Y comenzarás a darte cuenta de que ya lo es.

miércoles, 6 de octubre de 2010


Caminamos, unas cuantas calles cruzamos. Siempre que salimos, generalmente el me dice que elija yo el lugar de encuentro pero esta vez, no iba con nada pensado en mi cabeza y después de que me bajase la presión de tal forma, lo menos en que podía pensaba era el lugar donde sentarme. Me bastaba con que el no me dejase ahí, sola, como muchos se atrevieron a dejarme en este último tiempo. Fuimos a una distancia prudente, después de tal charla en la tarde, creo que mi ego estaba lo suficientemente herido. Calculo que después de escucharlo cuatro años pidiendome una oportunidad y que me rechace de tal forma cuando se la ofrezco fue un baldazo de agua fría. Unos minutos después, abrigada y un poco más tranquila del susto que me pegué, nos sentamos en un bar, afuera porque adentro había mucha música y, demás está decirlo, mucha gente. Pedimos un trago cada uno, repectivamente. Hablamos de muchas cosas, por primera vez, pude hablar seriamente con el de algunos temas y reirme de los restantes en los momentos adecuados. Generalmente en su compañía, solo puedo hablar de cosas poco relevantes porque, somos un chiste y lo hemos admitido y asumido. Nos reimos de la vida pero, los dos tenemos mucha historia que contar, diferentes, si, pero complicadas. Cuando creí que el tema"nosotros" no iba a surgir más, me tomó las manos porque me vio temblando de frío. Me miró, como si hubiese sentido algun estilo de corriente eléctirca que yo no sentí. Me acariciaba las manos y me cuidaba como si fuese a romperme. Mis manos entre las suyas, parecían de porcelana y note que el se dio cuenta. Jugaba con ellas, con mis anillos, entrelazandolas, luchando con sus deseos, previniendo decir algo indevido en tal momento. Entonces entre conversaciones, me dijo algo sobre lo que habíamos hablado ya, de lo que habíamos quedado no se hablaba más:
-Acordate que dijimos que ya está con ese tema, quedamos en que iba a ser un punto final- le recordé.
-¿Estás segura?
-¿Segura de que? No entiendo...Ya lo hablamos, no dos veces. No tengo ganas.
-No dijiste punto final, dijiste punto aparte, que no es lo mismo. La historia se sigue escribiendo, sino, no estarías aca...

Me quedé sin palabras, está de más decir que tenía razón. Quizás, no es el final. Estuvimos hasta las cinco de la mañana, hablando, de proyectos, metas o sueños, del presente bizarro también. Me acompañó donde mamá me había dejado más temprano para esperar que me buscasen. Me subí al cordón del asfalto y el se quedó sobre la calle. Es más alto que yo por lo que recién así quedabamos a la misma altura. Lo miré a los ojos y creí que en ese momento algo se daría pero cuando quiso decir algo, avanzar en su táctica de tortuga, mi papá llegó. Me saludó y me pidió como siempre que le avise que llegue bien a mi casa. En un intento de no preocuparme, media hora después el me aviso también que había llegado cuando en verdad era una mentira que me contó al día siguiente. Por este tipo de cosas me doy cuenta de su sencillez, no necesita mentirme, el está bien siendome sincero. El se siente bien viendome sonreir, cuidandome, estando pendiente de mi. Y quizás algún día, se de. Pero, si no es así, me alegra saber que lo tengo, a mi lado, como compañero, amigo o conocido, como sea, pero presente.

Aunque parezca muy feminista decirlo, creo que algunos hombres tienen una tendencia a la histeria muy importante. Y por qué no, los que conozco yo, más todavía. Cuando estaba arriba del bondi, me llegó un mensaje de él preguntándome que haría en la noche. Claro está que habían pasado no más de veinte minutos desde que le había despedido y dejado bien claro que conmigo no se juega como con el fuego, porque francamente, soy una chispa que nunca se apaga. Pensé que quizás estaba tomandome el pelo, pero no fue así, lo decía enserio. Le dije que vería como hacer para verle pero no garantizaba nada. Arreglé todo para ir a una fiesta con mamá y después encontrarme con el entre tal y tal calle. No estaba cuando llegué, mi puntualidad le jugó una mala pasada o mejor dicho, a mí misma. Comenzó a faltarme el aire, me dolia el estómago, temblaba y me creí en un ataque de pánico que nunca tuve. En verdad, eran los lazantes, matandome el cuerpo, aunque mamá se empeñó en recalcar que eran nervios porque nunca me junto con chicos. Quise reirme, pero...estaba muriendome del dolor. Me acompañó a una heladería cercana y vomité en el baño. Descompuesta y pálida volví a donde debía estar esperando a este chico. Me lo encontré sentado en el umbral de una ventana, de un local de ropa. Abrigado en sus ropas, con perfume y una sonrisa inconfundible. No del tipo de chicos que siempre me gusto: no es rubio, ni ojos claros, ni flaco escualido o musculoso. Es el tipico chico normal. Supongo que no siendo normal, me cuesta verme al lado de una persona como el. Es muy buena persona, me hace reír y me cuida como creo que nadie me cuidó pero, sigo sin saber si realmente entre nosotros algo podria funcionar.