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jueves, 10 de marzo de 2011

Las mismas calles, mismos coches, la misma puta gente, la misma ‘’gente’’, lágrimas que vienen y van. Los mismos enfados, y reconciliaciones estúpidas. Y allí está ella, en la ventana, aquella ventana… que lloraba a gritos. Mirando día tras día, pasar el tiempo, y sufriendo por ello. La misma ropa, las mismas borderías, la misma libreta. Las mismas gilipollas que siempre quieren llamar la atención. Los mismos ‘’ te quiero’’ falsos. El mismo silencio incómodo. Sí da igual. Es así. Que mas dá.
Y coges una letra. Y haces de esto una canción. ¿Cuánto tardaran? Aquí corre la brisa, y lo demás está de más. Hace frio. Bueno, se está bien. Y así es la vida, viene y va. ¿Felicidad?Más bien satisfacción, de haber conseguido lo que te propones. Me da lo mismo. En realidad. Palabras sin sentido. Me da igual. Aquí corre la brisa. ¿Y si llueve? Qué más da. Me da lo mismo, en realidad. Vamos al mar. Tírame. Cógeme la mano. 1, 2 ,3. Plash! Qué más da. Aquí corre la brisa. ¿Cuánto durará? Siente. Vívelo. Hazlo tuyo. Luego, dámelo.

Tú eres todos los kilómetros que has recorrido, eres cada una de las personas que has conocido. Tu eres los atardeceres que has visto, todos los lugares en los que has amanecido. Cada sabor, cada olor, cada alto en el camino. Eres cada huida y cada reencuentro, todos los mares en los que te has bañado. Todos los caminos que has tomado, cada cerro, cada valle, cada río. Tú eres lo que has visto y lo que has vivido.

No me mires por favor, me asusta la forma con que tu mirada vacía inunda mi alma. La forma en que ya no brilla como antes lo hacía. Tus ojos solo pueden recordarme que hubo un antes y un después, algo que comenzo entre los dos, con sólo una mirada. Algo inexplicable. Prefiero que quede como un misterio sin develar, lo nuestro no fue más que eso, fue una llama que dio luz en plena oscuridad. Tu mirada me recuerda que con querer no basta, que nos falto, que no fue suficiente. Te dio miedo saber que todo lo que necesitabas estaba ahí, tan simple que era imposible de alcanzar. El reflejo de tu mirada me muestra el pasado, y por más que me encante echarle un vistazo de vez en cuando, ya deja de mirarme, ya deja de quedarte plantado sin decir palabra simulando que no me ves a lo lejos, no me mires asi porque duele saber que no soportaste la idea de quererme.

Te cuesta tanto comprender como funcionan ciertas cosas, como se van armando a lo largo de este camino que cuando te asomas a espiar por la puerta que ya has cerrado tras tuyo, te perdes. Te vas buscando lo que está frente a tus ojos, esperando tener el valor para dejar de mirarte el ombligo y poder darte cuenta de todas aquellas cosas que te estas perdiendo buscando más de lo mismo que siempre tuviste. De todas esas cosas que no estás viendo por no ver bien. Por pensar, por entender que lo que necesitas está donde buscas cuando, en realidad, lo que buscas está en aquellas cosas difíciles de alcanzar.