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sábado, 16 de octubre de 2010


Querido Amigo :
a mi también me gustaría pasar página ,olvidarte de una vez,y evitar esta mescla de sentimientos que me hechan hacia atrás y no me dejan seguir adelante.Tu comportamiento es dificil de explicar, no puedo ver a traves de ti,ya no sé lo que sientes hacia mi ,por que me miras asi cada vez que estoy ,dices mas con la mirada ,mas que cuando hablas y dices algo que no es realmente del todo cierto o del todo posible ,no sé que creer, ni que pensar,me tomas y me dejas a un lado..
como he de entender eso?
debiste decirme que no en su momento ,no tenias que haberme dicho todas esas cosas tan significativas para lluego irte sin mas..
solo quiero que vuelvas sin pedir perdon o sin decirme nada.

Hoy más que nunca siento como todo mi mundo se desmonora frente a mis ojos, como la opción de ‘ser feliz’ se escapa de mis manos y todo se vuelve gris. Días como este son los que me gustaría no existir, desaparecer sin dejar rastro alguno. Pero hay un motivo por el cual aún no he decidido acabar con todo, es tan poderoso que cuando lo veo pierdo el control de las cosas, mas siempre aparece para restaurar el orden a mi vida. Aquel motivo tan importante lleva tu nombre, aquel sustantivo de ocho letras que de solo escucharlo hace que mi cuerpo tiemble, pero no de miedo, si no de ansias de verte, de escucharte, de sentirte. Y es que logras influir en mí más que cualquier otra persona, llegaste tan dentro de mi corazón que sacarte de allí es mucho más difícil que dejar de respirar. Tú me enseñaste lo más importante de la vida, eso que jamás se debe olvidar y aunque suene obvio, no lo recordamos. Me enseñaste a vivir, a vivir como si no hubiese un mañana, a aprovechar cada segundo que Dios nos da de vida; porque cada momento es importante, sin importar lo mínimo que nos parezca es algo preciado que jamás volveremos a tener, y claro, quién mejor que tú para enseñarme esta lección de vida. ¿Te das cuenta que cada palabra de aliento que me das es el regalo más hermoso que me podrías algún día entregar? Porque aunque no lo creas, esas palabras son mucho más importantes para mí que un simple regalo material, prefiero tener una palabra tuya antes que un regalo de tu parte. Y sí, me enamoré de ti perdidamente, sin miedo de aceptarlo o de gritarlo frente a miles de personas, porque creo y sé que la mejor elección que he hecho en mi vida es entregártela en tus manos. Sé que nadie sabrá cuidarla mejor, nadie comprenderá el verdadero valor de todo esto, nadie le dará la importancia necesaria,nadie más que tú.

Tuve ganas de llorar cuando colgué. Tuve ganas de llorar mientras salía de mi casa, cuando llegaba a mi casa. Tuve ganas de llorar cuando encendía el móvil para comprobar si tenía mensajes. Tuve ganas de llorar cuando dejé de encender el móvil para comprobar si tenía mensajes. Tuve ganas de llorar cuando comprendí que seguía enamorada de él. Tuve ganas de llorar, todos los días, un día tras otro, todas las noches, una noche tras otra.
Y sí, por desgracia, yo elegí quererte, y todas las consecuencias que eso conllevaba.
Y a día de hoy, sigo haciendo lo mismo.

Desde que te fuiste no ha parado de llover, mis noches se volvieron frías por que no recibo tus caricias, mis sueños han quedado vaciós, no hay nadie que los protagonize, y una sola canción quedo en replay. Vuelve por sin tí no es lo mismo, por que sin tí yo no soy la misma.

No me hables de caretas, no me hables de mascaras imaginarias, no me hables de dolor, no me hables de desilución, no me hables de traición. Por que sé lo que es, sé que se siente y yo no te inflingí nada de eso en ningun momento, deberías aprender a escuchar las dos verdades, las dos historias. Deberías aprender a escuchar mi historia, a abrir tu mente y no ser tan espontanea, por que eso, eso no te llevará a ningun lado nunca.

Te fuiste sin dar una explicación, almenos una explicación lógica, te fuiste sin piedad, sin mirarme al a cara por última vez después de haberme dicho que estarías siempre conmigo. Al irte te lo llevaste todo contigo, mi sonrisa, mi felicidad, mi musa, mi inspiración, mi vida... que eras tú. Ahora no dejo de pensar en ti, de soñar contigo. Y estoy cansada, por suerte cuento con gente que me ayuda a superarlo cada día un poco más. Ya no voy a pertenecer al club de las que les deja el novio y se quedan en casa llorando y pensando aunque todo me recuerde a ti, no señor, es más en mi habitación ya no queda nada tuyo o que me recuerde a ti, y dentro de poco no quedará nada de ti en mi corazón.

Ya me he cansado de esperar y de buscar. Las cosas vienen por sí solas sin necesidad de que vaya a buscar, pero es cierto que quien espera desespera, pero a veces por mucho que nos fastidie hemos de tener mucha paciencia y esperar lo bueno, porque lo bueno se hace esperar. Me he cansado de soñar contigo todas las noches, donde me dices que te arrepientes que me quieres y que ella no vale la pena, pero son sólo eso, sueños, y aunque me gustaria que pasase sólo por verte mal he de decirte que nunca volvería contigo, nunca. Quiero estabilidad.. pero no encuentro a nadie que me la de, me han fallado tanto y me he dado tantas hostias que ya tengo miedo de una simple caricia. Así que a partir de ahora me voy a ir de compras con mis amigas, me voy a pintar y voy a poner la mejor de mis sonrisas y que te den por el culo, a ti y al mundo.

Ya estoy cansada de todo, no sé en quién puedo confiar y en quién no, porque de cada 2 personas una te tiene la mano y la otra la tiende por interés. No sé lo que quiero hacer con mi vida.. estoy echa un lio por todo. Nada me sale bien, y si, ya sé que todos pasamos por épocas y que se sale.. pero estoy taaan harta de no salir nunca, que cuando me va un poco bien, me hago ilusiones y después todo a la mierrda! Es un querer y no poder...

Al crecer, los grandes problemas se quedan cada vez más chicos. Crecer espiritualmente significa ampliar su visión hacia un nuevo mundo. Antes desconocido, este nuevo mundo tiene nuevas reglas y nuevos paradigmas. Mientras más crezco dentro de mi ser, menos las cosas deben perturbarme. La vida me parecerá más agradable y el mundo, menos peligroso. Cuando ya estoy crecido, entonces puedo disfrutar de ayudar a los que están creciendo. En esta maravillosa carrera humana, los primeros ayudan a los siguientes a llegar a su meta final. Obviamente, es una carrera larga, pero al crecer en por lo menos un aspecto, ya me hago capaz de ayudar a los demás. Por lo menos en esto.

Siempre se dice que hay que aprovechar los buenos momentos porque no se sabenunca lo que puede pasar. No me suelo guiar por ello, de hecho no creo que a lo largo de mi vida lo haya cumplido. Espero aprenderlo a hacer a partir de ahora.

Me siento rota... ya no queda nada en mi interior que me de las fuerzas que necesito. No sé que es cierto, no sé en donde estoy, para donde voy... Te tengo a ti, pero sé que no será para siempre... te amo, pero todo esto me hizo demasiado daño. Perdona todos mis errores, me he equivocado, soy humana, lo siento. No puedo olvidar todo lo que sucedió, me cansé de ignorar lo que siento, ¿donde quedo yo? a nadie le importa lo que yo sienta.

Quiero llorar, me odio, con más intensidad cuando se que no sirve ni para mierda, que ya nadie me quiere, que ya nadie me necesita, que ya nada tiene sentido, que ya nada es como era, que ya nada volverá a serlo. Te extraño, me extraño, extraño en general y, a fin de cuentas, todo da igual. Dejaré de comer, siento que voy a morirme de angustia.

No puedo perderte, esque simplemente no puedo permitirme dejarte ir de mi vida así como así, como si no te quisiera, como si pudiese olvidarte, como si todo el alcohol del mundo pudiese sanar el dolor que podría causarme no tenerte en mi vida. A veces deseo poder recostarme a tu lado, mirarte, abrazarte, besarte cada día al despertar yvivir de tu amor como si fuese el elixir de mi existencia. Tus palabras, tu presencia y tu constante cariño, silencioso o sabido en los cuatro vientos, son las cosas que me hacen bien, que me hacen creer que si bien hay muchas cosas malas con las que convivir día a día, siempre estás vos, para hacer que el sol se asome entre la oscuridad. Para acogerme entre tus brazos y tu calidez, para hacerme sentir en casa por vez primera cada día que pasa. No hay nada que se compare con esta corazonada, que dicta y va dejando huellas que debo seguir, para llegar a vos. Muchas veces he esuchado decir que con perseverancia y convicción, todo se puede. Y si no existiesen los imposibles, si todo no fuese como simula ser, entonces nuestro amor no tendría otro límite más que la eternidad.

No me vengas con eso de que lo sentís, se que no es así. Si sientieras haberme lastimado así, probablemente lo hubieras evitado, probablemente me hubieras cuidado y no te hubieras alejado. No me vengas con mentiras, ya tengo muchas adjutadas en tu papelero y no estoy dispuesta a caer en nuevas trampas o formar parte de nuevos engaños. Si vas a decir algo, decí algo que valga la pena escuchar. Palabras que me devuelvan un poco de lo que fue, palabras del alma, que salgan de tu boca no porque te pido que las digas, sino porque queres y estas dispuesto a decirlas. No voy a rogarte, no voy a pedirte clemencia, no voy a esperarte ni mucho menos reprocharte. Hoy por hoy, siento que me privaste de tu vida. Creaste un muro para protegerte o para ocultar tus cicatrices, ese dolor tan o incluso más sufrido que el mío. Me dejaste fuera de las cuatro paredes que te encierran y quedé tan sola, angustiada, despojada, olvidada. Al finalizar el día, cuando la noche cae y no quedan excusas ni rutinas que me salven, te veo, en el espejo azul del baño como un reflejo de mi alma, como un grito de auxilio que asfixiaste, como tu abrazo quitandome el aire, como tu mano diciendome adiós.

Detrás de él caían las minitas, esperando que el les diera al menos una oportunidad de decir algo, de halagarlo, de apreciarlo con la mirada y retenerlo, por unos momentos, para no dejar que se vaya. Entre brazos de miles ha estado, ha cruzado los límites de la edad y ha superado lo insuperable. Descubrió lo popular que uno puede ser teniendo una cara bonita o un cuerpo que hable más que la boca. Se ha dejado llevar por los impulsos del alcohol y el descontrol, en compañía de sus supuestos amigos, ha llegado a tocar el cielo y caer directo en la boca del infierno. El no sabía que la libertad no estaba en aquellas cosas estúpidas y momentaneas, en aquellas que se olvidan con facilidad para que no puedan ser recordadas. Le enseñaron que el amor era un sentimiento frío y distante que sólo podía lastimar y corromper el alma. Se alejó de las emociones y aquellas cosas que podían introducirlo en un mundo desconocido, lleno de sensaciones y adversidades que según la historia que el contaba, eran demasiado dolorosas para ser realidad. Prefirió un whisky on the rocks, un bar atascado de gente, faldas cortas bailando la danza de la seducción, entes por doquier, dejando que las luces lo llevasen a un mundo en donde el llanto y el afecto fueran parte de él, donde el amor llenase ese vacío que no le permitía sentir. Jugó a no ser parte de su vida y destrozar el corazón de unas tantas muchachas que se atrevieron a bailar el tango prohibido proveniente de su dulce perfume. Hizo creer a todos sus conocidos que su vida era perfecta como era y que lo material alcanzaba y sobraba. Supuso que el tiempo le daría la razón, que la ley del más fuerte sería leyenda con el. Vivió creyendo que algún día se casaría, se divorciaría y terminaría como los cuarentones de la actualidad. Lo creyó. Sus ojos verdes, lo sacaron de órbita, su día terminó en noche y su frío en un calor intenso recorriendole las venas, palpitando como loco en su corazón. Su forma de ser, le señaló a lo lejos el camino que debía recorrer y sin preguntas, se dirigió hacia ella, le preguntó su nombre y una nueva historia comenzó. Una historia que rompía todo estilo de reglas, suposiciones o de tiempos esperados. Impredeciblemente perfecto. Su cuerpo estaba hecho para él, su alma, encajaba con la suya como un rompecabezas. Su sonrisa, era la de un ángel que custiodaba las noches, en sus sueños, mientras dormía, él la veía. Murió, mirando sus ojos, sosteniendo su mano, sintiendo como la vida se le iba cada vez que la amaba más que el día anterior.