Seguidores

miércoles, 3 de febrero de 2010


llevar una amistad no es simple...

una amistad implica comprención, estar siempre ahi, apoyar, perdonar, porque las verdaderas amistades perdonan!

y muchas cosas nos hicieron falta o nos perjudicaron en la nuestra, no siempre nos veiamos, no siempre sabiamos lo que le pasaba a la otra, aunque lo quisieramos! gente externa se metio en lo que no le convenia y asi nuestra amistad se fue perdiendo y haciendo pedazos... no fueron buenos momentos, porque más que mal, a pesar de todo lo que se ah hablado, de todo en lo que algún momento dijimos... me hacias falta, porque no en cualquiera se puede confiar, no en todos encuentras lo que es una amistad de verdad! en un momento pensé que mis amigos siempre estaban cuando estaba bien, pero cuando estaba mal y necesitaba de ellos.. me sentia sola! y volvia a caer en la palabra "desilución" y pensaba que por tonteras, por pendejerias, por comentarios, por idiota ... habia perdido a mucha gente, entre esas tú!

Pero cuando me tome el momento de reflexionar, y arreglar lo dañado, fuiste una en las que pensé! la mala onda no lleva a nada, solo te hace una persona inservible... eso me sentia yo!

y queria recuperar todo lo que en un momento dejé! y como dicen nunca es demaciado tarde! y aqui estamos; Felices de haber retomado una vieja amistad !

te quiero mucho, y siempre lo are.-

la vida en mis pupilas..


A ratos, aunque el mundo se rompa la voz para negarlo, las cosas no son lo que parecen ser. La humanidad es extremadamente optimista, quizá es por ello que el suelo está lleno de decepciones y el aire de sorpresas que esperan a que alguien las agarre y las guarde en el bolsillo. Caer es fácil si mantienes los ojos cerrados, sólo es dejarse ir. Para levantarse sólo hay que abrirlos, clavar la mirada en la salida y escapar. Regresar es volver, pero volver no implica retroceder. La vida es un viaje largo, tanto que a veces se nos pudre el equipaje y tenemos que dar marcha atrás para hacernos con un poco de aire. Ser valiente no siempre es lo inteligente, equivocarse no necesariamente significa cometer errores. El amor es bueno si duele y pasajero si sólo escuece. La libertad no existe, la independencia es utópica y cuando mueres, mueres, aunque el mundo entero te recuerde.

dos min..


Si te hubiese dado dos minutos. Tan sólo dos minutos para que me explicaras qué estabas sintiendo. Si te hubiese dado una oportunidad más, si hubiese gastado un trocito de vida en conocerte a ti, y no a lo que el mundo me contaba a tus espaldas, a lo mejor habría merecido la pena. No digo que hubiese sido perfecto, digo que podría haber merecido la pena. No eras como los otros. Nunca has sido como la parte del mundo que conozco. Siempre has sido de otro color, de otra manera. Y yo no estaba dispuesta a correr un riesgo contigo, porque no sabía hasta qué punto estaba preparada para comenzar a sentir de nuevo algo y me asustó tu forma de mirarme tan directa. Ningún hombre me ha mirado a los ojos como me miras tú. Nadie me ha cogido de la mano cuando he tenido frío y ha conseguido parar el reloj aquí dentro. Entiende que llegaste aquí y pretendiste cambiarlo todo, poner mi habitación patas arriba, y yo estaba tan pendiente de lo que había dejado atrás que ni siquiera supe verte como tú querías que te viera. Me encanta que hayas vuelto a aparecer en mi vida, porque ahora tengo tanto para darte que no debes tener miedo, no volveré a desaparecer. No volveré a marcharme a ningún sitio sin avisarte. Se acabaron los viajes a ninguna parte. Te lo prometo.

para carolina..


El amor no está hecho para dos. Porque siempre hay uno que llega tarde mientras el otro quiere más. Por eso no puedes enamorarte Carolina. Porque te harán más daño del que tú misma podrás hacerte jamás. Además, el amor es la peor droga que existe. Comienzas sin darte cuenta y, de repente un día, te levantas y ya está. Se acabó. Y ese día acaba tu mundo y comienza la pesadilla. Porque él se va y tú, tonta, te quedas con los sacos llenos de amor roto. Y qué vas a hacer? ¿Tirarlos? Pues no. Los guardas en la despensa, pensando que quizá un día él aparecerá por la puerta y lo necesitareis. Pero eso, Carolina, sólo pasa en las películas. Porque yo esperé. Yo le esperé toda la vida. Y cuando por fin nos encontramos, ¿sabes qué paso? Pues que él ya no me quería.

Se enciende una luz !


Cuando ya estás a diez metros bajo tierra y salir a flote parece imposible, de repente, como si fuera magia, se enciende una luz. Una luz que jamás antes se había encendido. Una luz que ni siquiera te da tiempo a pensar en si lo mejor es rendirte para siempre o continuar, una luz que simplemente te empuja hacia la superficie y te muestra que, aún con tierra en la boca y el mundo en ruinas en tus pulmones, puedes continuar respirando. Hay personas que no soportan esperar y se ahogan a sí mismos, hay personas que no aguantan hasta que la luz aparece, hay personas que se dejan ir para siempre. Pero para todos aquellos valientes que cuando se quedan sin nada miran hacia arriba, llega. Y llega en el momento justo. Es como si la vida nos pusiese al límite, como si nos fuera subiendo de nivel y arrancándonoslo todo para comprobar dónde está nuestro punto máximo, el último escalón que somos capaces de soportar. Y al ver que ya está, que ya no podemos más, al comprobar que estamos al máximo y que si nos ahoga tan sólo un milímetro más no resistiremos, entonces nos da algo que lo cambia todo. No tiene porque ser algo increíble, y la vida lo sabe. Mientras más abajo estamos, menos importancia le damos a la intensidad de la luz. No importa si apenas ilumina o si no trae nada llamativo consigo, sólo importa que en la inmensidad de la nada aún queda algo, algo que no habíamos visto, algo que había desaparecido y que ahora está aquí, delante de nosotros, y que podemos utilizarlo hasta que nuestros pulmones puedan volver a respirar sin ayuda. El problema es que hay gente que no aguanta. El problema es que hay gente que se hunde antes de que la luz llegue. El problema es que no sólo nos hundimos una vez, y la primera vale con una luz, pero la segunda necesitamos dos para volver a querer mover la mano derecha, y la tercera tres... Y a la vida llega un momento en el que ya no le quedan luces.

llorar.


Las personas se ven muy frágiles cuando lloran. Casi que da lástima, sea quien sea. Cuando ves a alguien llorar, no importa lo que hizo o qué papel ocupa en tu vida, simplemente sientes pena y deseas que deje de hacerlo, que deje de escupir lágrimas y se ponga a contarte un chiste o su vida, lo que sea, cualquier cosa que le cambie la expresión. Me atrevería a decir que sólo cuando lloramos todos somos iguales. Idénticos. Aunque sea por un segundo, por un mísero segundo, no hay nada que nos distinga del de al lado. A mí no me gusta llorar. Aparte de que me cuesta muchísimo trabajo, detesto hacerlo. Gasto muchas energías en llorar de risa, y cuando toca llorar de verdad, llorar de dolor, no encuentro la forma de hacerlo, ni la energia. A nadie le gusta mostrarse vulnerable sin un as en la manga, a mi tampoco. Llorar no es fracasar, pero sí que te abre puerta al fracaso. Llorar delante del que te dañó es darle un pastel para que siga alimentándose, es invitarle a que continúe con la matanza. Sin embargo, aguantar como un campeón mientras por dentro te rompes, sin que la otra persona tenga constancia de ello, es la mejor manera de darle una bofetada sin nisiquiera tocarle.

lo intentare (:


Llegar a casa, mirarme en el espejo, recogerme el pelo y sentirme guapa por primera vez desde que empezó el verano. En la cocina, saludar a mamá y escuchar que soy inteligente, sabiendo que hoy no volveremos a discutir. Tumbarme en la cama a pensar en todo lo que hice, comprobar que no soy perfecta y aceptarlo sin más, sin tener que luchar conmigo misma en la guerra de todos los días. Conectarme a internet, comprobar que me has contestado, aunque no me hayas dicho nada especial, nada bonito, me has respondido y yo he sonreido. Recordar una canción que dejé de oir cuando la vida empezó a doler más de lo que yo estaba dispuesta a soportar, pulsar el play y ser capaz de escucharla entera, de principio a fin, sin sentir que aquí dentro las cosas están del revés. Observar el calendario, corroborar que hace dos meses & algo mas que no te miro a los ojos y respirar al sentir que ya no te echo tanto de menos, que mientras yo me empeñaba en llorarte, tu recuerdo encontraba el sitio exacto en mi piel y por fin puedo afirmar que ya no pica tu sonrisa, ni tus historias, ni tus caricias. Ladear la cabeza, fijar la vista en el reloj, pensar que mi vida es increible, que estoy contenta conmigo y con los de al lado, que quiero ser mejor, que voy a intentarlo.

mi caja de vida


Yo me voy, y tú te quedas. Ninguna de las dos se merecía marcharse, pero así es la vida. ¿No? Que te echa cuando ya no te quiere aquí, pero al menos me da tiempo a darte algo. No es nada material. Es mi caja de consejos, mi caja de vida, por si algún día te sientes perdida, para que la leas y entre consejo y consejo te busques y te encuentres. No sé qué decirte. Nunca he sabido despedirme. Yo sólo espero que seas feliz y disfrutes muchísimo, hasta de las cosas malas. Que seas positiva, recuerda que si crees que algo va a salir mal, saldrá mal. Pero si piensas al revés, saldrá genial. Así que muévete con el corazón, pero también con la cabeza. Utiliza las palabras antes que las manos, no te pelees con nadie si no merece la pena, y golpea sólo si estás segura de que van a golpearte. Sólo entonces será en defensa propia. No hagas daño gratuito. Yo me he portado muy mal y he herido a muchísimas personas. No lo hagas. No sirve de nada. Y luego no podrás arreglarlo. Besa a muchos desconocidos, pero enamórate de alguien que conozcas bien. Y haz el amor. Por favor. Disfruta todo lo que puedas de tu cuerpo y del de los demás. Sólo tenemos una vida. Y es esta. Y se gasta rapidísimo. Así que no pierdas el tiempo con dietas ni cirujías. Tú eres tú, y estás buenísima. Búscate el punto. Todas las mujeres tenemos algo. Todas. Pero antes tienes que encontrarlo para que los demás lo vean. Ocúpate de eso. ¿Bueno? Y aprende. Por el amor de Dios. Aprende de todo. Cualquier persona puede enseñarte algo. Créeme. Quien menos te lo esperes te dará el gran consejo de tu vida. Así que escucha con los cinco sentidos y asimila con la cabeza, el corazón sólo es para sentir. Lucha por lo que quieres. Pero lucha con dientes y garras. Que no te de miedo pelear por lo que será tuyo. No te avergüences si te equivocas. Estás aquí para aprender. Nadie sabe más que tú. Porque no existe la verdad. Nadie la tiene. Tú puedes enseñar tu mundo, y los demás te enseñarán el suyo. Da, da sin miedo, pero aprende a recibir. Y, por favor, que no te asuste amar. Es una de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida. Ama con todo, ama hasta con las rodillas, ya llegará el momento de sufrir, de llorar, de pasarlo mal, porque la vida se quiebra, no siempre todo es perfecto, pero mientras las cosas sean bonitas, disfrútalas con cada poro de tu piel. Porque se esfuma. ¿Okey? ¿Te acordarás de todo esto? Que al final tan sólo se trata de vivir. Pero no es fácil. Y no puedes dejarlo para mañana. Empieza hoy. Y empieza desde ya.

en el mundo cada...


Hoy he estado ojeando un artículo donde decía que cada cinco minutos chicas, como yo o mucho más jóvenes, se convierten en madres. Y he pensado en que, tal y como está mi vida, si me pasa ahora mismo me muero. Pero luego he recordado que cada diez minutos muere un español por consumo de tabaco, ¡sólo por cigarrillos! ¡Cada diez minutos! Y me he dicho que no pienso fumar en la vida. Y menos mal que estoy en fase de ser adulta, porque cada quince minutos un niño muere de neumonía. ¿No impresiona? Si cada cinco minutos un perro es abandonado, no cabrían ni repartidos por todas y cada una de las propiedades de Paris Hilton. Si rebajamos el tiempo vemos que cada minuto muere una mujer embarazada. Pero tampoco estoy embarazada, así que por ahora voy a olvidar este dato. Claro, que mucho más difícil de olvidar resulta que cada minuto cien personas del planeta se convierten en pobres, así, ¡zas! Y en el tiempo en el que yo me calzo los tacones (un minuto aproximadamente) alguien maltrata a alguien en cualquier parte del mundo. ¿Hay suficientes policías? Si seguimos bajando, cada cuarenta y cinco segundos muere una persona por Hepatitis B. ¡Menos mal que nunca la he padecido! Y si bajamos cinco segundos más, el dato es horriblemente delatador de la sociedad en la que vivimos: ¡Cada cuarenta segundos alguien se suicida! Contad. Uno, dos, tres, cuatro... respirad un poco y ahí lo teneis. Se acaba una vida por decisión propia. Contad otra vez... Y otra vida. Contad otra... Y otra vida. Tengo que volver a repetir la pregunta... ¿No impresiona? Y si todo acabase ahí... Pero es que cada seis segundos un niño muere de hambre. Por suerte para mí, la nevera está llena. Cada tres segundos muere un menor de cinco años. Esto no acabo de imaginarlo, da como miedo, ¿eh? Pero es que cada segundo dos personas cualesquiera desarrollan diabetes. Si yo he tardado aproximadamente cuatro minutos en escribir esto y vosotros otros cuatro en leerlo... Con perdón, ¿qué no impresiona ha pasado mientras tanto?