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jueves, 20 de enero de 2011


El cielo esta oscuro y si uno se detiene un momento, puede captar el ligero aroma a lluvia que transporta la calida brisa de verano. Ella es de las chicas que no prefieren el sol. Cuando la magia natural tiñe el firmamento de gris , se producen sensaciones maravillosas en su interior. Cuando las gotas frías comienzan a precipitar sobre su piel, una corriente viaja a traves de su columna y la hace estremecer. Sigue su marcha bajo los flashes fantasmagóricos. ¿Quién puede tenerle miedo a algo tan precioso? Esa pregunta ya no produce mas que rechazo. El amor es precioso, y debemos temerle. Ahora sus pensamientos ya no pertenecen al mundo que todos conocemos, solo al suyo. Ahora piensa en él. Dichoso aquel que se ha ganado el corazón de esta muchacha fantástica. Maldito aquel que no sepa aprovecharlo. El no supo, quien sabe, quizas algun día lo sabrá. Ella seguirá esperando de todas maneras. Por que es lo que la mantiene viva. Lo observa allí abajo con compasión y en calma. Se coloca su mascara de seguridad que nunca falla, mientras por dentro se produce la mas terrible de las batallas. Él , él en cambio está algo perdido. Las dudas lo atormentan al punto del delirio. Cuando se mira al espejo se siente incompleto y retiene las inmensas ganas de llorar. Cubre los hoyos de dolor con parches descartables pero estos se echan a perder bajo el agua. Y hoy llueve, diluvia en la ciudad y se siente solo y confundido. ¿Qué hará para sacarse de la cabeza aquella persona que no lo merece ni un poco? Aunque... aveces se lo piensa un instante. Tal vez él no meresca nada bueno. Pero, ¿Como mierda saberlo? Tiene ganas de gritar pero tropieza con un escalon de piedra. Frente a él la gran escalinata del parque central. En la cima se encuentra ella, su amiga de siempre. La que ha aprendido a mirar con ojos de amante en este ultimo tiempo. La observa confundido, ella se ve tan segura. ¿Que significa esta muchacha en su vida? Solo es otro parche mas que se arruina bajo la lluvia.

yo no quiero mudarme del planeta.


Me llamo javiera vega astudillo, me gusta que me llamen Javi. Me suelen decir que tengo suerte, porque tengo una buena vida, y ¿para que mentir? Lo reconozco, es verdad. Como todas las vidas, la mía también tiene sus partes buenas y sus partes malas, pero yo tengo un secreto, una clave, una manera de ver el mundo que consigue que hasta las cosas feas parezcan bonitas. Todos tenemos problemas alguna vez, más grandes o más pequeños, pero todos los hemos tenido, todos los tenemos y todos los tendremos… Así que mi pregunta es, ¿Para que amargarse? Si el problema tiene solución ¿Para que preocuparse? Y si no la tiene, ¿Para que preocuparse?.

Me gusta la vida, me gusta sentirme viva.
Me gusta llorar de la risa, me gustan los chistes, los cuentos, las anécdotas,las frases que con pocas palabras lo dicen todo.
Me gusta ver que la gente sonríe, me gusta ver que la gente es feliz.
Me gusta que me digan cosas bonitas y me gusta que a la gente le guste cuando yo se las digo.
me gusta viajar. me encanta viajar.
Me gustan las mañanas, me gustan los mediodías, me gustan las tardes y me gustan las noches, me gustan mucho las noches de fiesta.
Me gusta madrugar, me gusta dormir, me gusta quedarme despierta en la cama los domingos por la mañana.
Me gusta el invierno, el verano, el otoño y la primavera, pero sobre todo la primavera.
Me gusta el tequila, el absolut vodka y los cigarrillos lucky click.. Me gusta fumar cuando tomo.
Me gustan el aire fresco, el monte, el mar, los animales, las flores y los dientes de leon, por encima de todo, me encantan los dientes de leon.
Me gustan alice & nanny mcPhee*
Me gustan timón y pumba y me gusta decir Hakuna Matata.
Me gusta la gente que consigue seguirme el ritmo.
Me gusta el jugo de naranja por las mañanas y el yogurt con ojuelas por las noches.
Me gustan las imágenes que valen más que mil palabras.
Me gusta la música de Jason mraz, de Colbie cailtar y de Gaga.
Me gustan las letras de las canciones de Bebe.
Me gustan las miradas sinceras, me gusta tu mirada sincera, me gusta que me quieras, me gusta quererte, me gusta sentir, me gusta sentir contigo…Me gustas tú.


En definitiva, me gusta el mundo. Y no, no quiero mudarme de planeta. Soy una de las locas que piensan que sí, que en la Tierra, es posible la felicidad.

Mi lista de cosas bonitas.

He pensado que merece la pena hacer una lista con tan solo cien de las muchas cosas que hacen de la vida algo maravilloso. Así que, ahí va:

1.la sonrisa de un niño.
2.imaginar.
3. reírse de nervios.
4.Las frases de películas.
5. Las cajas de recuerdos.
6.los mimos.
7.El sol.
8.Los versos perfectos de artistas no reconocidos.
9. Las sorpresas.
10.los libros.
11.Los regalos no materiales.
12.soñar despierta.
13.los colores.
14.los reencuentros.
15.la infancia.
16.la alegría.
17. Los abrazos de un segundo que te dan fuerza para soportar toda una vida.
18.comer pan recién hecho.
19.Escribir de madrugada.
20.saltar en la cama.
21.Inventar palabras.
22. Andar descalza.
23.Gritar a pleno pulmón.
24. Escribir canciones.
25.El arco iris.
26.Los pequeños gigantes detalles.
27.las mariposas
28.Los olores que te hacen recordar.
29.Ayudar a alguien.
30.Una imagen que dice más que mil palabras.
31. Las canciones que te animan los lunes por la mañana.
32.Las personas que siempre consiguen arrancarte una sonrisa.
33.La confianza.
34.La música antes de dormir.
35.Sacar la lengua.
36.Cantar en la ducha.
37.Un cigarro oportuno.
38. Bailar como una loca.
39. Hacer pompas con el chicle.
40.Caminar sin rumbo.
41.El café.
42.Un te quiero que no viene a cuento.
43.Los viajes.
44. Las listas de cosas bonitas.
45.juntarse en familia.
46.abrazar a mi mejor amigo & llorar sin control.
47.sonreir cuando tu sonries.
48.las tardes de calor donde no sabes que hacer.
49.las caras graciosas.
50.la adrenalina.
51.los amigos.
52.la libertad.
53.la paz interior.
54.La felicidad contagiosa.
55.beso en la frente
56.las burbujas
57.pintar
58.cantar
59.bailar con amigos como locos.
60.reir sin querer.
61.un cigarro en invierno.
62.los atardeceres
63.las playas solitarias.
64.ver a los que quieres feliz.
65. cantar en la calle.
66. la comida de mama.
67. los consejos de hermanas.
68. las canciones que te traen recuerdos.
69.ver fotos antiguas & ver como todo a cambiado para bien o mal.
70.juntarse con amigos que no vez hace mucho.
71.tomar chocolate caliente las mañanas de invierno
72.caminar a algun lugar escuchando canciones que relajan.
73.las canciones de jason mraz.
74.el karaoke.
75. los brazaletes de amistad.
76. un beso de madrugada.
77.la flojera.
78.mi gato al despertar.
79.mi mama cuando canta.
80.El olor a tierra mojada.
81.Jugar con la arena.
82. Ver una tormenta desde la ventana de casa.
83.hacer locuras con el carrito del super.
84.Él.
85.La felicidad contagiosa.
86.las huellas que dejan las personas en tu vida.
87.canciones infantiles
88.el chicle de fresa
89.Ver películas a escondidas en una noche de insomnio.
90.quedarme acostada hasta taaarde.
91.saludar a tooooodo el mundo.
92.La vitalidad inagotable.
93.Los mensajes cortos que no se quedan cortos
94.Las cajas de recuerdos.
95.los susurros
96.los secretos entre amigos
97.las fotografias
98.una buena dedicatoria
99.dormir
100. & lo mas bonito de mi lista esa gente que conoces & en poco tiempo se vuelve muy importante. (:
solo escribir me dará la fuerza
para enfrentar lo dicho o echo.. a pesar
de que se derribara todo, pensé que estaría peor.
pero ella entendía el poder del sentirse importante; no quedaba mas
& no podía hacer nada se fue caminando sin razón alguna.. sin rumbo ni dirección.
quien sabe donde llego..
Era frágil como un pajarito herido que vuela a tirones. Tenía la espalda llena de cicatrices, arañazos de piel roja y secuelas de una vida feliz. La felicidad es la que deja más secuelas, eso es sabido por todos. Sus mañanas favoritas eran las de sol, para ponerse sus vestidos más bonitos. Le gustaban los de flores porque le recordaban a cuando era pequeña y se tumbaba en el cesped entre ellas. Con cuidado de no aplastarlas, a ver el sol de frente. Esas mañanas, cogía su viejo coche, se colocaba las gafas de sol e iba a ver el mar. Una visita fugaz. Olía el salitre y volvía llena de ausencias. Escuchando Joe Purdy muy bajito. En la ciudad los gatos de los tejados se relamían los bigotes y en la librería del centro había libros llenos de polvo. Esa era la siguiente parada. No era una librería normal, tenía un diván al fondo en el que poder leer el libro que quisieras, y la magia de entrar, escoger uno, y empezar a leer era indescriptible. Esos eran sus días de sol. Sal, literatura, polvo. Tras la lectura obligatoria se acercaba a un restaurante de los de siempre, en el que te ponían un vaso de casera y un plato de huevos, patatas, y chorizo. Comía perdiendo la vista por la ventana. Tras la comida, una infusión y dejar pasar el tiempo. Al llegar la tarde, paseaba un poco por la ciudad, observando artistas callejeros y músicos eternos. Las tiendas estaban llenas de gente y las galerías de arte vacías. Disfrutaba entrando a ver fotografías y dibujos, soñando con mundos desconocidos. Con carreteras interminables, máscaras azules y cielos sin una sóla nube. Eso eran sus días de sol. Volvía a casa al caer la noche, con mil sueños de más y la nostalgia pegada a sus pasos. Se hacía un ovillo en la cama y dejaba que la noche la abrazara. En su casa llena de libros, sueños, oliendo a sal y a flores.
En un atardecer de abril, un caballito de madera miraba por la ventan como el sol se escondía. Él siempre lo hacía, y cuando los niños se iban a dormir, miraba la televisión asomado desde la escalera y le encantaba ver las carreras de caballos, soñaba con ser uno de ellos.
Soñaba con sentir la hierba fresca y revolcarse en ella, tomar agua de algún río y correr más allá del horizonte. Hasta que un día viendo el amanecer, decidió escaparse, pero un juguete lo había seguido, era el osito de peluche que sorprendido le preguntó:
- ¿Qué estás por hacer?
- Quero recorrer el mundo que me intriga - contestó
- Pero los niños te quieren y te extrañarán - dijo el osito de peluche.
- Pero ya me han cambiado por ese tren de juguete, quiero explorar el mundo que me rodea - y saltó hacia afuera donde se enredo con unas malezas pero pudo desenredarse.
El osito sabía que miraba todos los atardeceres y que estaba triste y con deseo de conocer el mundo así que lo dejó ir.
El caballito de madera salió galopando, se revolcó en la hierba, tomó agua de un río hasta que lo encontraron unas personas y lo revisaron. Ellas se lo llevaron para que corriera en carreras con caballos reales. El caballito estaba felíz que correría.
El caballito ganó carreras pero los demás caballos se burlaban de él, lo que lo hacía infeliz.
Como extrañaba tanto a los niños, decidió volver, porque no queria estar en un lugar que lo tratasen mal. Al llegar los niños se pusieron felices y él también y decidió que nunca jamás de volvería a ir.
Dicen que cuando intentas ir en contra de la corriente que te lleva hacia algún lugar, con el tiempo si no llegas a puerto terminás cansandote y comenzas a dejar que las cosas fluyan, que la situación te lleve a donde siempre debiste estar, a donde supuestamente pertences aunque detestes que sea así. Como el caudal del río cuesta abajo, me deje llevar por el agua hasta aquella isla, apartada de todos, de la vida misma.