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sábado, 28 de enero de 2012


es un nuevo año, pero sin embargo hoy quiero escribir el pasado, que año mas putamadre el que paso no? cosas malas por la tv, mi vida,la gente, amigos? bueno si asi lo puedo llamar..que se yo una mierda ah y para aumentar tu, siempre resumiendote a ti.. que somos? un nada no somos amigos porque somos algo mas.. que es algo mas? amistad..pero amistad no es.. quien re chucha sabe nadie.. espero que este año lo haga diferente, que yo me ponga diferente que quiera cambiar, hacer cosas diferentes..motivarme a ser feliz..? que es felicidad? pero que cuestionamiento mas grande, y asi empieza este año.. llena de preguntas sin respuestas y como tarada mirando tu foto.
Preguntan sobre ti. Muchos curiosos sienten que debo estar realmente jodida para escribir tanto sobre una persona que poco a poco (puedo sentirlo) se va olvidando de mi. Preguntan por el hombre que por fortuna o desgracia es víctima de mis palabras, de mis llantos y sonrisas. No voy a mentir, ya no eres quien solías ser, pero estoy enamorada de tu esencia, de esas cosas que no cambian en ti, de tus ojos cuando cabalgan cansados, esa forma en que me miras, de tus mejillas sonrojándose, de tu forma de alejarme cuando estas herido, de la forma en que te acercás a mi cuando ya no lo aguantas más, estoy enamorada de todo lo que eres, lo malo, lo bueno, tus defectos y tus virtudes. Muchos aseguran que estoy loca, que me busco a los hombres más complicados, que realmente debería fijarme que hago mal para que eso sea así. Pero a mi me importa poco y nada, ellos no saben, no entienden lo que es, cómo me siento cuando apareces de la nada y no puedo evitar sonreír aun cuando me tuviste llorando semanas preocupada, casi asfixiada por tu ausencia. Me importa una mierda si esto esta bien o está mal, es amor. El amor es lo que uno siente, si lo sientes, es lo que es, si te hace feliz debes luchar por eso. No necesariamente es blanco o negro. Podemos discutir que esto me haga bien o mal, pero tampoco es que vivo pendiente de esto. La vida es tan abarcativa que el amor es solo un cuarto de ella, un cuarto importante, pero no deja de ser solo una parte. Y cuando digo que estoy enamorada de ti, me refiero a tu presente, tu pasado y tu futuro. Sin importar cual sea. Sólo te necesito a ti, lo demás es totalmente relativo. Tu amor es la primavera que nunca marchita, eres resurrección, eres vida. Y ni yo, ni tu, ni el maldito mundo puede hacer que eso cambie. Simplemente es lo que es. Estoy feliz de haberte encontrado, más allá de que sigas o no en mi vida, tu no has hecho más que salvarme una y otra vez, de un abismo que yo misma construí. Siempre te querré, el tiempo es sólo agua escurriéndose comparado con la fuerza de mi cariño hacia tu persona. Puede que quieras gritarme, odiarme, irte bien lejos, pero hay cosas que no cambian. Hay cosas que permanecen incluso cuando ya no están en nuestras vidas. Cosas que van más allá de todo lo posible e imposible.

Con los suspiros del amanecer la pequeña bostezó deprisa, lo hacía como un relámpago porque sabía que después el día se la iba a comer por completo, sin tan sólo darle un segundo para respirar. Eso pasaba cada mañana, cada mañana desde que empezó septiembre. Y es que no le habían dicho nunca lo que pasaría después de que el reloj de las 12 se rompiera para siempre. ¡Pero cómo iba ella a imaginarse tal cosa! Si su vida había sido un sueño, sí, de barco de papel le dijeron. Pobre niña, nadie la esperaba para desayunar, ni en la escuela, ni siquiera el autobús la había esperado esa mañana. Qué lejano se veía el tiempo desde que el mundo había dejado de ser un regalo envuelto en papel de flores, y qué vacía se sentía la niña acompañada de su enorme soledad adulta. De repente suspiró, no hizo falta más para que algo cambiara. Una golondrina volaba por el cielo. La niña la observó, la observó como no lo había hecho nunca, con sus ojos grises, tristes, tras haber derramado mares de ignorancia infantil. Cómo vuela, pensó la pequeña, si parece que vaya a estrellarse, qué lástima que yo no pueda volar así. En ese instante, a pesar de que nadie le había explicado que cuando una crece deja de volar, la niña lo había comprendido. Había comprendido que el mundo no era otra cosa que un laberinto en el que perderse y dar vueltas sin sentido hasta encontrarse. Había entendido, que los caminos no siguen si no los continúas tú. Que la vida no espera a nadie ni concede segundas oportunidades. Había aprendido que las personas, con el tiempo, suelen decir demasiadas cosas insignificantes, y que los sueños perdidos eran la mentira más grande jamás descubierta.

Me gustan tus ojos y tu voz, incansables en este desierto de flores. Me gusta que me regales tu mano y me la entregues sabiendo que no te cuesta hacerlo. Me gusta tenerte, encontrarte y mirarte de nuevo.
Me gustan los pájaros, y el mar y los sueños en los que me pierdo cada vez que me besan tus ojos. Me gustas tú y tu amor. Y adoro el cielo que has creado solo para nosotros...



Se ha dado cuenta de que los besos con prisa son los más lentos. De que los cigarros que mejor saben son los que se encienden con una cerilla, y que las películas son más bonitas si llueve fuera y tienes a alguien a tu derecha. Que si le piden razones solo sabrá dar tu nombre. Se ha dado cuenta de que las pizzas están más buenas frías por la mañana, y que porque se acabe la pila del reloj, el tiempo sigue pasando. Bueno, y que se han perdido, y no quieren encontrarse. Aún sabiendo que lo harán.

Te aviso. Soy bastante peligrosa en cuanto a los sentimientos. Un día puedo hacerte feliz y al siguiente mandarte a la mierda. Así de fácil. Caí en muchas trampas hace tiempo. Pero he aprendido sus reglas y ahora soy yo la dueña, la que domina y tú el dominado.Y me siento genial siéndolo. Así de fácil y de díficil a la vez. Por eso, te aviso, puedo hacer cosas que nunca creerías que alguien fuese capaz de hacerlas. Pero yo ya no me dejo vencer tan fácilmente por aquellas trampas que me lanzaron al vacío alguna vez. Sabes de sobra que consigo todo lo que me proponga. Así que, no me digas que no te avisé en algún momento y ahora, quiéreme si tienes tantos huevos.