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sábado, 7 de agosto de 2010


Muchas veces nos enfadamos, discutimos y hasta nos gritamos. Metemos la pata e intentamos convencernos de que no tenemos la culpa, pero no es así. Cada discusión tiene su motivo y los dos participamos en ella, por tanto es cosa de dos. Pero también es cosa de dos hablar sobre los problemas de pareja, intentar buscar soluciones y arreglarlos. Todos tenemos malos días y tristemente los solemos pagar con aquellas personas a las que más queremos. Lo bueno es darse cuenta a tiempo de que metemos la pata e intentar solucionarlo.