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jueves, 4 de noviembre de 2010


Iba a hacer una actualización sobre la amistad. Pero me di cuenta de que no tenía ningunas ganas de hacerla. Se me hacía un nudo en el estómago, y las letras se me trababan en el teclado al punto de no dejarme escribir. Últimamente mis dedos están torpes. ¿Cuántos amigos tienes? Si, es una pregunta anormal en su formulación pero... Quiero que ahora pensaras esto. ¿Cuantos amigos tienes, de verdad? Si,Amigos de verdad, de esos que siempre te invitan, de esos con los que siempre puedes contar, de esos a los que puedes llamar muy tarde y, sea como sea acuden a tu ayuda... Amigos. ¿Cuántos? Porque yo los puedo contar con los dedos de una manos, y me sobran la mitad de los dedos.

Como todos, siempre hay muchos conocidos, de esos que les dices un "hola" un "¿Qué tal?", o quizás de vez en cuando, en medio de una desesperación, les cuentes cualquier cosa personal que te esté pasando. Pero al fin y al cabo son "conocidos". ¿Esto es malo? No y si. No si no eres una persona supersocial, no si eres una persona a la que le gusta salir absolutamente todos los días o que, necesita hablar con 500mil personas a la vez... O simplemente por tener personas en alguna de sus redes sociales. Entonces si te afecta que la mitad de ellos sean conocidos. En otros casos, no.

La lección mal aprendida que tengo es que, cuanto más confías en una persona, mayor puede ser la traición que sufras... ¿Pero que ocurre cuando una persona también te tiene confianza? Quizás en ese caso se produce un alejamiento. No una traición.

No quiero ni traiciones ni alejamientos. Estoy bien como estoy.

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