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sábado, 30 de abril de 2011


Todo aquello que tienes en tu mente, cobra fuerza. Tiene sentido entonces, enfocarte en lo que deseas y no en lo que no deseas. Sin embargo, las cosas que no quieres que sucedan, tienen muchísimas maneras de inmiscuirse en tus pensamientos. Las preocupaciones y las dudas concentran tus pensamientos en aquello que no deseas. En lugar de preocuparte por las cosas negativas que podrían suceder, enfoca tus acciones en hacer que sucedan cosas positivas. Quejarte también puede llevarte a pensar en lo que no deseas. ¿De qué te quejas? De las cosas que no te gustan. En lugar de quejarte, haz algo. La acción hace que te muevas en dirección a lo que sí deseas. Enojarse es otra manera de enfocar negativamente tu pensamiento. En lugar de enojarte por aquello que no te gusta, usa esa energía para tener la determinación que te permita conseguir lo que deseas. Mantén tu mente enfocada positivamente en las cosas buenas que la vida tiene para ofrecerte. Se desarrollarán más fuerte y abundantemente a tu alrededor.

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