Y si te dejas llevar?

Las ventanas se abrieron y salió el sol, no todos los días sube la marea hasta tu puerta. Ya no hay vértigos ni corazones llenos de escondites para los momentos tristes, no quedan dardos que tirarme al alma, ni lágrimas disfrazadas que decoren mis pestañas. Hoy el tiempo se queda aquí, es hoy y ahora, o lo volveré a perder. Una aprende que las cosas importantes en la vida no llegan cuando tú quieres que lleguen, no esperan hasta que tú decidas qué hacer. No, no lo hacen. Las oportunidades pueden ser infinitas, pero están siempre delante de tus narices y no detrás, como yo solía pensar. Y el caso es, que es mejor así, es como renacer sabiendo que todo está en tus manos y tú decides. A veces, hay vueltas atrás que funcionan porque te hacen retomar tu camino. Yo ya no estoy tan perdida porque creo que el presente puede pintarse de los colores que tú elijas, y si no… una siempre puede difuminarlo todo y volver a empezar, ¿no?