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miércoles, 18 de agosto de 2010

Los sueños son una proyección de lo que queremos, de lo que anhelamos o de lo que hemos perdido en algún pasado remoto. Los sueños son mucho más lindos que la realidad porque en ellos, está ese mundo perfecto que tenemos construido en nuetras cabezas, ese tiempo en que uno es el único partícipe de relevancia, en el que uno es el rey y todos los ajenos, esclavos de nuestros deseos más profundos. Todo parece tangible e incluso real, como si nuestros sentimientos estuviesen las veinticuatro horas del día pendientes de nuestro cuerpo, como si nuestros setidos estuviesen alerta hasta cuando creemos que estamos dormidos. El tiempo, solo un mercenario que negocia minutos horas que en la realidad son segundos. En fin, en este estado de inconciencia, armamos nuestro mundo y le damos vida, haciendo de recuerdos la realidad. Haciendo de mentiras, los años de una vida.