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miércoles, 6 de octubre de 2010


Nos juntamos para hablar, se lo ofrecí como una chance de arreglar todo el drama que había quedado en puntos suspensivos entre los dos. Todo empezó el día jueves en la noche, cuando todo pareció quedado todo mal entre nosotros. Me la pasé pensando en el, en que podía hacer, practicamente no dormí, definitivamente no lo hice. Sus palabras resonaban en mi cabeza, no puedo negarlo, algo hay. En el colegio, cuando estaba a punto de mandarle un mensaje a eso de las 12 del mediodía, me llegó uno de él pidiendome perdón por todo lo del día anterior, diciendome que probablemente malinterprete la situación y que realmente se sentía mal. Lo entendía proque me sentía igual. Quizás, había entendido mal. Asique nos dirigimos a una plaza tranquila en la tarde y hablamos los tantos no aclarados. Mientras que me explicaba podía ver en sus ojos el dolor o quizás, la impotencia de no poder decirme algunas cosas que rondaban en su mente. Lo noté, por más que me venga a decir que no es así. Nos sentamos en un banquito, casi no había ruido, adoro esa plaza porque es la más tranquila que existe en la ciudad. A veces, detesto no encontrar un solo lugar donde la gente no te salude, donde no te molesten, donde puedas escuchar el silencio, los pájarons, el viento y el agua que corre en la fuente. En la larga charla, decidimos supuestamente poner un punto aparte a esta situación que nos tiene peleando como si estuvieramos juntos cuando en verdad, nunca nada empezó por lo que no puede terminar. El me miraba, se reía de vez en cuando, pero mi voz sonaba tajante cuando le dije: "Si vamos a estar juntos sin compromisos, no dudes que en la primera de cambio, yo salgo y estoy con otro chico, si no te gusta así, tomame enserio porque lo que menos soy, es una cualquiera". Intentó por todos los medios explicarme que me quiere pero a mi no me alcanza que me quiera de esta forma, como si no lo conociera de años, como si fuese una tonta que no comprende el sentido del cariño hacia otra persona. Podría haber dicho que sí, lo se porque soy capaz de hacerle mierda si es necesario para que comprenda que así las cosas no funcionarían pero se que el miedo a perderme le paraliza, y aunque he intentado explicarle que las cosas terminan siempre, ya sea bien o mal, el parece no entender...

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