Seguidores

viernes, 11 de febrero de 2011


Como una borrasca dentro de la vida. Como el beso abrasador de aquel al que nunca debimos besar. Un abrazo que es refugio de papel, un hombre inquietante pero encantador. Ella, que sigue temblando y esperando incansablemente. Ella, que cree dirigir el baile pero que ha perdido el paso hace ya tiempo. Vidas mudas. Personas que juegan a resucitar. Que avanzan tercamente, como pequeñas tortugas obstinadas. Intentando aprender a bailar lentamente, muy lentamente...
En un mundo demasiado rápido. Demasiado violento para ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario