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martes, 23 de febrero de 2010

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Parece que mi corazón se estuviera volviendo transparente. Ha dejado de pensar, o al menos ya no lo hace con tanta frecuencia... pero creo que es mejor así, al menos a mí me gusta más. Me he dado cuenta que las cosas que se piensan demasiado son tonterías, tonterías que de tanto pensarlas se convierten en PROBLEMAS. Y yo no quiero tener problemas, al menos no ahora que parece que empiezo a despegar.Y es tan sencillo… que aún me cuesta creerlo, es como si estuviera en una pompa con cristales irrompibles. Como si de repente el viento se hubiera equivocado de dirección y ya no me azotara en la cara, ahora se lleva todas esas hojas secas humedecidas por el dolor de los recuerdos…del presente agotador que tantos pasos marcaba. Se podría decir que giro en una dirección alocada, cuyo trayecto es espontáneo e irreversible. No sé a qué me enfrento, y puede que sea malo o bueno, pero me da morbo esta sensación de peligro ausente o quién sabe de qué cosa. El caso es… que desde que soy capaz de ver figuras en las nubes el cielo es lo más bonito ahora…

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