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viernes, 3 de septiembre de 2010

Al hablar, trate que tu habla sea llena de amor y poder. Muchas personas hablan, pero pocas hablan cosas con pleno significado. Lo que todos buscamos más y más es que el habla sea significativo, es decir, que cada palabra que yo diga realmente sea coherente con mi propio ser. Además, el habla quita mucha energía del alma, mientras el silencio recupera esta energía. Debería permanecer en silencio por lo menos unas dos horas por día, de forma que las palabras salgan de mi boca con total fuerza.