Seguidores

jueves, 16 de septiembre de 2010


Fuera de mi ventana solo veo coches veloces, motos alocadas, que dejan el tráfico atrás. He aprendido una pequeña verdad, el mundo te quiere rápido para que llegues a tiempo. Te quiere veloz para recordar sólo el sonido de tú paso, y es por esto que cuando te acuerdas que no vas a ningún lado, ahí es cuando aceleras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario