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miércoles, 3 de noviembre de 2010


Se que me recordas, que pensas en mí, por lo menos en la noche al acostarte y te preguntas que mierda hicimos, que pasó, que seguirá. Me cuesta todavía creer que los caminos que juntan a las personas pueden separarse tan abruptamente. Me he quedado esperando que se desaparezcan estas ganas de escribir(te) para por lo menos quedarme con el recuerdo intacto y estar segura de que fue real. De que lo vivimos, los dos. Espero que no te moleste saber que no vas a irte de mi vida, aunque yo si desaparezca de la tuya. Me gusta soñar, pero el sueño no me permite disuadir entre lo que realmente sucede o lo que yo desearía que fuera. Por eso hay que dejar que las cosas sigan su curso, si esto es lo que deseas, lo respeto. Ya no duele tanto, en otras palabras, ya no lo pienso lo suficiente sobre el asunto, no me cuestiono. Pensar en las cosas que duelen, hace que duelan el doble del dolor real. No voy a maquinarme, no voy a permitir que esta histroria muera pero tampoco que viva. Siempre fuimos ese punto medio, ni acá ni allá, no somos como todos los demás, ni juntos ni separados. Se que estas bien, y si no lo estás espero que mejores. Creo que ya no poseo los derechos para saber ni preguntar y sinceramnete, te has aprovechado de mi paciencia y voluntad para ayudarte a mantenerte o siquiera ponerte de pie. Si estás mal, admitilo, llamame y voy a estar, pero no me pidas que este cuando en verdad te da igual. A mi no me mientas, se como funcionan las cosas. No hace falta que me expliques, me dolería demasiado, quedate con la historia, guardala, escribila y cuando la leas, contame si podes entender que sucedió realmente porque acá de aguna manera, todo se ha marchitado. No necesito tenerte para quererte porque no estaría reteniendo un recuerdo, sino, un sentimiento, que late, que llora y sonríe. Veo a través de tu alma y eso, ni tu desición ni la mía puede cambiarlo. Te veo cuando sos invisible para todo el mundo, menos para mí, y eso no tiene precio ni tiempo. No digo que sea eterno, quien dijo que todo tiene que ser o no ser. No todo tiene una manera que define el rumbo y el camino. Todo puede morir con las agujas del reloj pero uno no puede morir siempre por un amor, no nos podemos dar el lujo de querer a una persona tanto o igual que la otra porque amar no es querer y querer no es dar. Y si de eso se trata todo, yo por vos, me muero de amor.

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