Seguidores

domingo, 17 de enero de 2010

Deberia. Deberia ser sincera y enfrentar este problema. Pero como siempre la situacion que me tiene en un umbral esperando a que renasca el sol que se oculto bajo el crepúsculo de alguna noche eterna. Me gustaria tenerte. Cerquita. Para abrazarte y reconfortarte. Abrazarte para decirte que no hace falta querer hacer un suicidio omniso para que la gente te tenga en cuenta, para que vean quien realmente sos. Otras veces te creo ajeno a mi, a mi vida, a mi ser. Porque... estamos TAN lejos que ya me cuesta sentir esa calides que irradias a pesar de que nadie lo note. Sólo yo. Cómo tus ojos canela me exigen ayuda, exigen palabras, frases que los inciten a quedarse cerca, a no irse para siempre. Muchas veces pense en acercarme a vos de vuelta, en nosé...abrazarte algun dia y te des cuenta de que nunca me fui, de que sigo aca parada para tu merced como amiga. Como confinaza. A mi no hace falta que me digas que estás mal, porque lo veo en tus ojitos, tu alma es demasiado transparente como para ocultarmelo a mi, a mi que no soy nadie. No ahora. Hace cuanto que no intercambio palabras con vos?. Yo apostaria a que van años, años de silencios y simples miradas inococentes...exigiendo, exigiendo amor. Ahora me siento un tanto vacía. Las palabras de mi mama retumban en mi cabeza y chocan entre sí, se pelean por intentar llegar a algun acuerdo que esté mas o menos a mi alcance. Pero a estas alturas ya nada lo está. "Debreias llamarlo, depues de todo fue tu mejor amigo, tendrías que despedirte por si no tenes otra ocasion". Eso no tiene que pasar, yo sé que vas a volver, yo deseo creer que vas a volver. Sus palabras fueron como hilachas bien sujetadas en mi corazon, me hacen pensar en desastre y horror. Tendría que frenarte, pero sería inutil no?. Eso tampoco lo sé. Es un poco frustrante no saber nada de lo que pueda llegar a pasar, ni siquiera nada asimilado, nada se sabe allá arriba. Soy tan cobarde. Dicen que con intentar uno no pierde nada. Pero ahora, no puedo simplemente decirte...no puedo despedirme de tus ojitos reluciendo con tanta fuerza y vida. No quiero imaginar perderte. Si yo pudiera asimilar las palabras más dolorosas que me han dicho hoy diría que si te tuviera que despedir sería saber que ya no hay más esperanza, que ya no vas a volver. Que tus ojitos van a cerrarse por quien sabe la eternidad, tus musculos se van a agarrotar como la piedra fría y tu corazón va adejar de latir con ese ritmo tan rotundo. Me estremece de tan solo pensarlo, de tan solo hacerme la idea de esas imagenes desgarradoras. Porque ahora, no hay nada que me duela más que simplemente pensar y sentir tu ausencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario